De Burgos a los Alpes en 9km

por Manuel Carbajo 02/10/2015

Km 0 : Alpes. Agosto.

Ayer hicimos la preparación seria de lo que serán nueve días de viaje por los Alpes. Esperemos que no haya contratiempos.

La cosa ha sido rápida y sin liarnos mucho, mi compañero de aventuras se paso por Burgos a la hora de comer, tomando una birra de aperitivo y con un mapa de la zona decidimos en 10 minutos que es lo que queremos ver, después de comer otros 10 minutos para ver a que hora quedamos en la frontera y visitar algunas webs de meteorología por aquello de hacernos una idea del tiempo (sobre todo de las temperaturas) más que nada para decidir si metemos pantalones cortos y largos o solo largos. Decisión: Solo largos y ropa de abrigo.

Y fin, en un par de ratos hemos preparado 9 días de viaje ... "Así lo habréis hecho" pensaréis alguno, pues aunque parezca mentira lo hemos preparado más de lo inicialmente esperado:

Día 1: Hasta Grenoble una soberana paliza de 1.150 km me tocan ... ya estoy pensando en poner el despertador a las 5:15 ... a ver si han puesto las carreteras a esas horas, que no lo tengo yo claro.

Día 2: Col du Galibier, Glandom, Madeleine, Iozar, L'Iseran, Alpe d'Huez, ... Tour de France en estado puro: ¡¡¡Aupa Perico!!!

Día 3: Petit Saint Bernard, Grand Saint Bernard, Froclaz, ... Mont Blanc por todos los lados.

Día 4: Los famosos Pass Suizos ... o quizás los dejemos para el siguiente dia y ese visitemos Zermatt, Interlaken, Grindelwall, ... Ya veremos

Día 5: Lo que no hayamos hecho el 4.

Día 6: Posiblemente el Stelvio.

Día 7: Un día queremos ver Lucerna y Zurich ... este puede ser el día.

Día 8: Empezamos a volver por una bonita ruta ... ahhh!! hay que ver Carcasona.

Día 9: Llegar a casita, con el culo como una aspirina.

Pero seguro que al final todo sale al revés, dan mal tiempo y no vamos a estar 9 días bajo el agua. Queremos verlo todo, pero podemos no ver nada, así que sobre la marcha iremos decidiendo, haciendo variaciones en un bar al caer la tarde para volver a hacer variaciones de las variaciones sobre la marcha en el arcén de una carretera.

Km 1: Alpes. Agosto. Briongos-Grenoble: 1.150km

Comienza de verdad la aventura y el primer día va a ser largo, aburrido y cansado.

Es domingo 31 de julio, son las 10 de la noche y me voy a dormir, este fin de semana han sido las fiestas del pueblo, y eso significa dormir poco, aunque lo he intentado, y estar cansado entes de empezar no mola mucho ... me tiro en la cama e intento dormir.

Son las 12 de la noche, llegan a casa los niños, aún no me he dormido ... jo que aburrido es esto de estar en la cama con los ojos como platos.

Son las 3 de la madrugada del día 1 de agosto, en mi cabeza siguen dando vueltas los preparativos, que si he metido todo, que si alguna cosa importante no esta donde debe estar ... sigo con los ojos abiertos y la mente lúcida ...

Son las 5:15 de la madrugada: suena el despertador, algo he dormido, hora y media o así, salto de la cama, me visto de romano, bajo a la cocina y me tomo un café con leche fría y una galleta, no tengo el cuerpo para más. Salgo a la calle, la moto esta allí esperándome, meto la llave y arranca con su habitual ronroneo ... Empieza la fiesta.

Salgo por una carretera sencundaria, mis ojos se acostumbran la luz de los faros en la carretera, voy despacio, tengo casi 30 km de carretera estrecha, en zona de muchos bichos, se que es muy probable que alguno se me cruce en el camino y no quiero terminar el viaje antes de empezar, no me equivoco a los pocos km un zorro cruza la carretera delante de mi.

Sigo tranquilo, acostumbrándome a la moto, a su sonido, a su vibración. Siempre que comienzo un viaje los primeros km son de acoplarse el uno a la otra no se porque pero esos primeros km parece que nada suene perfecto, ni se sienta perfecto.

Llego Lerma y a la autopista, que esta en obras y es más lenta que las comarcales ... Paso Burgos y entro en la de peaje, los km pasan sin pena ni gloria, solo el amanecer llegando a Vitoria hace que mi vista se aparte de asfalto y disfrute del momento; como me gustan los amaneceres en espacios abiertos.

Pasada la frontera con Francia, en Bidart, que quedado con mi compañero de viaje, llego puntual, él ya esta allí, esperando, con una sonrisa en los labios, nos abrazamos, cruzamos dos frases y seguimos, nos quedan muchos, muchísimos km por delante y poco tiempo para hacerlos.

El resto del día es aburrido, autopista y más autopista, paramos solo para repostar, pagar peajes y una corta parada para tomar un bocata.

Belda comiendo en una área de servicio de la autopista

A media tarde llegamos a Grenoble, la cuidad parece bonita, pero no tenemos tiempo de visitarla, hemos quedado con la gente que nos acogerá esta noche sobre las seis de la tarde y es más o menos esa hora, así que nos fiamos del GPS y nos guía hasta su casa.

Pasamos el resto de la tarde envueltos en una agradable charla, son gente amable y muy interesante, ellos han dado la vuelta al mundo en Tandem y tienen muchas cosas que contar, y nosotros muchas que aprender de como viajar. Compartimos charla y cena antes de ir a dormir.

A mi me toca dormir en la furgoneta (preparada como autocaravana), duermo bien estoy cansado han sido más de 1.100km seguidos y el cuerpo pide descanso, al amanecer me despiertan las primera luces del alba. Estoy a la puerta de los Alpes con una moto, un buen amigo y el cielo esta libre de nubes.

Vista de los Alpes desde la ventana

Km 2: Alpes. Agosto. Grenoble-Séez: 374km

El desayuno es rápido: un café y unas galletas. La despedida de la gente que nos ha acogido esa noche también, nunca es bueno alargar los momentos tristes. En mi corazón siempre habrá un recuerdo y mucho agradecimiento para ellos.

El día es bonito, la temperatura aún fresca y las calles de Grenoble están medio vacías. Nuestro primer destino el mítico Alpe-d'Huez.

Salimos por una nacional con buen asfalto y como somos nosotros nos liamos en el primer pueblo que tenemos que atravesar. Bueno la culpa no es solo nuestra, andan de obras y tenemos que coger un desvío lo que hace que nos desviemos más de lo debido, nada que una rápida ojeada al mapa no arregle y ponemos rumbo al que será nuestro primer puesto alpino, ¡que ilusión!.

El Alpe-d'Huez no nos acaba de gustar, mucha pella sin peraltar y pocas vistas. Yo subo leyendo los nombres de cada curva, porque en el Alpe-d'Huez cada curva tiene el nombre de un ganador en su cima. Y no se si es por eso, o porque es el primer puerto, o ... pero la subida no me gusta. Llegamos a la cima sin pena ni gloria, un par de fotos y para abajo.

Alpe-d'Huez

Bueno solo es el primero, fijo que la cosa va mejorando y claro que mejora y mucho, por una rápida carretera nos dirigimos al Col de Lautaret, es una subida rápida y muy abierta, las vistas empiezan a ser lo que uno espera de los Alpes.

Camino del Col du Lautaret

Vemos un desvio que marca Col du Galibier y lo cogemos, la carretera se estrecha el pasaje cambia, desaparecen los árboles para enseñarnos a lo lejos allí arriba la cima del puerto, que gozada, esto es lo que no espera de un puerto mítico: ¡¡diversión!!, así sin más adjetivos nos lo estamos pasando bien.

Subida al Galibier

El Galibier se puede pasar por dos sitios, por un túnel que te ahorra el ultimo km, o por arriba. Como somos nosotros y hemos venido a subir puertos la decisión es clara: ¡Por arriba! y yo casi me caigo. Ese ultimo km es de carretera mucho más estrecha aún, con una pendiente endiablada y unas paellas muy cerradas, por desgracia ese día y en ese momento tenemos delante a un gañan con cuatro ruedas que no tiene otra idea que pararse (o casi) en medio y mitad de la subida ... y ¿sabéis lo complicado que resulta parar una moto en medio de una paella de esas? ... pues es imposible, porque no puedes apoyar el pie del interior ... entre el peralte y la pendiente no llegas. Así que toca hacer equilibrios tipo trial y moverte a 1 para evitar la caída, por suerte la evitamos y llegamos a la cima medio vacía ... 5 minutos después se llena de motoristas y cliclitas, pero da igual los paisajes sin increíbles, el tiempo perfecto y tenemos una sonrisa de oreja a oreja, si esto son los Alpes nosotros nos queremos quedar aquí para siempre. Es el tercer puertos del día, y aún nos quedan .... ¡¡¡todos los Alpes!!! lo que vamos a disfrutar.

Vistsa desde el Galibier

La bajada es igual de gozosa que la subida, estos puertos son para hacerlos dos veces subirlos y bajarlos por las dos caras a ver cual mola más, pena que no tenemos tiempo.

Una vez terminado de bajar el Galibier, corta muy corta subida al Telegraphe y seguimos bajando hacia St-Michel-de-Maurienne donde repostamos en un Carrefour y ya que estamos compramos algo de pan y de queso para comer ... comemos a la misma puerta de supermercado, y sin más salimos a buscar los siguientes Cols del día, tocan la Croix de Fer y el Glandom, son dos puertos en uno porque desde la cima de la Croix de Fer al Glandom no bajas solo subes un par de km. la subida es ... preciosa, ni más ni menos que las anteriores, porque aquí hay dos tipos de puertos los que molan y los que son una pasada, increíbles, alucinantes y que dejan una huella imborrable.

Croix de Fer

De estos ultimos hay pocos y no lo son tanto porque sean mucho mejores, sino más por cosas muy subjetivas como tu estado de animo, la luz, las nubes o el que hayas pillado o no tráfico en el lugar menos adecuado.

En la cima de Glandom hay un puesto de la Gendarmerie que esta haciendo una campaña de seguridad para los motoristas.

Glandom

¿Te piden la documentacion y las lamparas de repuesto? pues no.

Te saludan amablemente y como ven que eres Español llaman a un compañero que habla (algo) tu idioma, los demás se esfuerzan con el inglés o en el internacional lenguaje de los signos. Te preguntan que tal el día, se interesan por al ruta que has hecho y la que vas a hacer, te miran con una sonrisa picara cuando dices que has pasado el Galibier y te dicen que al día siguiente lo vas a disfrutar cuando les comentas tus planes de ruta. Te muestran el paisaje que se ve desde la cima y charlan un rato de cualquier cosa.

Mont-Blanc desde el Glandom

Después te enseñan airbags para moto, te regalan un par de bolis, las normas de circulación francesas, toallitas para limpiar la visera y un caramelo, te desean buen viaje y que tengas cuidado con una sonrisa cuando te despides. Justo como aquí en las campañas por nuestra seguridad vamos.

La bajada es también espectacular y divertida, el día sigue siendo bueno, y aunque empezamos a estar cansados aún nos quedan unas pocas, que coño muchas, ganas de marcha cuando uno lo pasa bien no quiere que esto se acabe.

Volvemos a pasar por St-Michel-de-Maurienne y cogemos la D-902 dirección al Col de L'Iseran: increíble, espectacular, alucinante, infinito, majestuoso, ... este es uno de los puertos en el que se te acaban los adjetivos, posiblemente no sea ni más bonito, ni con mejores curvas, ni más nada que otros, pero si tuviese que elegir que tres puertos de Alpes repetir, sin duda este estaría entre ellos.

Son 2.770 m de altitud, 2.770m de disfrute motero, 2.770m exquisita subida. A los dos nos encató y nos dejo tan buen sabor de boca que a punto estuvimos de intentar repetirlo a la vuelta, si la meteo hasta ahora amable hubiese sido otra ...

Col de L'Iseran

Vistas desde L'Iseran

La bajada es como la subida pero para abajo, una gozada, ganas dan de volver a subirlo solo por el placer de hacerlo, pero las horas corren y en Francia no puedes buscar alojamiento a las nueve de la noche, porque con suerte duermes al raso. Así que pasamos por el Val de Isere (aquí esta la famosa estación de esquí del Espace Killy) y encontramos un lugar con parking gratis para motos a los pies del Petit San-Bernard en un pueblecito llamado Séez.

Son algo más de las seis de la tarde y llevamos en pie desde hace doce horas y más diez en la moto parando solo a hacer cuatro fotos y un ratín para comer; comprendemos que aqui las distancias y las horas hay que medirlas distinto, 375 km son una buena paliza en moto. Lo tendremos en cuenta para otros días ... o no.

Nuestra primera intención es cenar de sentados un plato caliente, pero el hotel tiene sillas y mesas en el jardín, la temperatura es fantástica y cenar de restaurante es caro, así que en un super pillamos algo de queso, me encanta el queso francés (bueno y el no francés también), un par de birras de medio litro y 9º de alcohol, un par de pasteles típicos de la zona y sacamos algo de embutido que llevamos en las motos.

No se si fueron las cervezas o la acumulación de sensaciones de día, o que cuando se esta bien: se esta bien, pero la cena transcurrió entre risas a veces sin razón aparente ... o si.

Lo estamos pasando bien, muy bien. No hemos tenido más problemas que equivocarnos en algún pueblo y dar media vuelta a encontrar el camino correcto, somos dos amigos en un pueblo perdido en mitad de los Alpes con 7 días por delante de diversión motera, el tiempo es bueno y las motos duermen en el garaje.

¿Se puede pedir algo más?

Km 3: Alpes. Agosto. Séez-Interlaken: 352km

El día amanece entre pinto y valdemoro, vamos con nubes en las cimas pero por ahora nada preocupante.

Ni desayunamos, directamente nos vestimos de romanos, rehacemos los equipajes, preparamos las motos y salimos. El primer puerto del día comienza nada más salir del hotel, el Col du Petit San-Bernard son llevará a Italia, es una subida bonita, sin tráfico dada la hora de la mañana, mezclando paellas y curvas más rápidas, la carretera esta mojada pero nada que nos preocupe, así que poco a poco vamos ascendiendo.

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Subiendo el Petit San-Bernard

La niebla y un antiguo "hospice" con aspecto tétrico nos saludan en la cima, yo comente que estos franceses eran unos desgraciados por llevar a los niños huérfanos a vivir a un sitio tan inhóspito, pero después he descubierto que "hospice" significa algo más tipo hospital o refugio de caridad, y me han vuelto a caer bien los franceses.

Lo cierto es que sacamos dos fotos entre la niebla y entramos en Italia, el puerto baja con una sucesión de tornantes (que aquí están anunciadas como tal). Yo tenia la ilusión de que pudiésemos ver la cara italiana de Mon-Blanc que es realmente espectacular, y si eso arrimarnos hasta Cormayeur para disfrutar de las vistas, pero según bajaba me iba haciendo a la idea que de Mont-Blanc más bien poco, así que pasamos por el cruce hacia Courmayeur y lo dejamos atrás en dirección a Aosta.

En Aosta el tiempo mejoró, teníamos sol y no había nubles en el horizonte, la subida hacia el Col du Grand San-Bernard en su inicio es rápida y con bastante tráfico pesado, que se desvía por un túnel y nos deja disfrutar de los últimos km de subida. En la cima esta la frontera con Suiza y la niebla ... mal augurio, es una niebla meona que no presagia nada bueno, pero como no queda otra nos tiramos para abajo disfruntado de una preciosa bajada que no llegamos a finalizar del tirón, tenemos que parar en una gasolinera cubierta para ponernos los trajes de agua: Esta empezando a llover!!!! por ahora poco, pero delante de nosotros solo se ven nubes y más nubes.

Frontera Suizo Italiana

Llegamos a Martingy y paramos a comprar la vignette (unos 40€ que nos servirán para ir legales por las autopistas Suizas), aquí la lluvia es más intensa, desestimamos la idea original de subir la Forclaz para entrar en Chamonix y así dar "la vuelta al Mont-Blanc", no vamos a ver nada de nada y hacer la Forclaz dos veces (la idea era ir y volver) con este agua no nos acaba de apetecer a ninguno; pero no desesperamos, aún relativamente secos salimos dirección a Oberwald y al que sera nuestro primer puerto enteramente suizo el Grimselpass.

Yo, como buen amante de la montaña, tenia la ilusión de ver el Cervino en vivo y en directo, hace 15 años tenia el plan de subirlo y la lluvia no me dejo, hoy tampoco me va a dejar verlo. Veo el cruce hacia Zermat, una parte de mi me dice que de el intermitente y lo coja, no veré nada pero lo habré intentado; la otra, la lógica, me dice que es una bobada, estamos empapados, llevamos muchos km bajo una intensa lluvia y los últimos en un continuo atasco lo que ha hecho que estemos calados, cansados y helados; la parte lógica se impone y con gran dolor dejo atrás ese cruce para dirigirme hacia el Grimselpass.

Monte Cervino ... se queda para otra ocasión

La lluvia cesa un rato para volver a empezar al siguiente, la subida la hacemos con mucho respeto, la carretera esta mojada, el asfalto es perfecto pero brilla como un espejo, suben y bajan muchos coches y camiones, así que con mil ojos, arriba hay reflejos blancos, como de pintura vieja ...¡¡¡es nieve!!! (o granizo), lo descubro cuando la rueda trasera de mi moto empieza a ir a su bola, la bajada la hacemos con mucho más cuidado, se ven restos de nieve en las cunetas y nos nos fiamos nada.

Una vez terminado el descenso ya no llueve, y en la lejanía se ven menos nubes, Koldo me adelanta en un pueblo ¿que querrá este ahora?, pues parar, descansar, secarse un rato y entrar en calor. Yo, animal de bellota, tenía en mente seguir, rezar por encontrar sol y buen tiempo que nos secase, o al menos llegar a destino cuanto antes, pero él tiene razón un descanso nos vendra bien y comer algo también; así que paramos en Innertkirchen y pedimos unos spaghettis para comer, son casi las cuatro de la tarde, no hemos desayunado y solo tenemos en el cuerpo unas uvas pasas que hemos comido al ponernos los trajes de agua, estamos hambrientos y la pasta nos sabe deliciosa, ya lo decía mi abuela: no hay mejor cocinero que el hambre.

Vistas desde el Restaurante

Después de un bien merecido descanso, nos volvemos a poner los guantes mojados ... odio ponerme los guantes fríos y empapados, pero es lo que hay, no quiero arriesgar a mojar el otro par que es el que uso de forma habitual.

Ya vestidos salimos en dirección a Interlaken, el tiempo va mejorando, la carretera en principio divertida se convierte en autopista y secos llegamos a centro de Interlaken y buscamos a Sybille, la parapentista que nos dará cobijo esa noche, nos dicen que esta volando, así que la esperamos en el lugar de aterrizaje mientras las nubes juegan con la Jungfrau (hermosa montaña que se ve desde Intrelaken), cuando aterriza, o suponemos que es ella, nos presentamos y nos da las llaves de casa y un plano para encontrarla ...

Jungfrau

En un rato, media hora dando vueltas alrededor de la casa sin verla, la encontramos, ahora solo queda aparcar bien las motos ... joder que complicado es aparcar dos motos en Interlaken, todos los sitios son para los residentes (suelen tener las matriculas de los coches que aparcan en ellas), y no hay más ... bueno uno si, junto a unos contenedores donde no cabe un coche entran dos motos ... una señora nos dice que es para la gente que vive en esa urbanización, pero coñe que esta prohibido aparcar allí, si metes un coche no entra el camión de la basura para vaciar el contenedor, si metes dos motos: si. Así que allí se quedan.

Después de una ducha llega Sybille un rato de charla y llegan unos amigos, deciden que la cena serán unas pizzas: ¡bien! y ellos han traído la cerveza local: ¡¡¡Guayy!!!

Cerveza local. Preciosa lata decorada con las montañas de la zona

La cena discurre entre alguna risa y mucho alemán que no entendemos, pero lo pasamos bien, vemos las previsiones meteorológicas para el día siguiente, que no son ni malas ni buenas. Ellos deciden que salen a tomar algo, nosotros estamos destrozados y preferimos tirarnos a dormir, lo entienden y se van.

Al poco nos metemos en la cama, bueno yo en el saco. Tenemos la esperanza de que mañana no llueva, los más famosos puertos de Suiza están a tiro de piedra, la famosa prueba del 9 nos espera y hemos incluso decidido como la vamos a hacer. Somos dos colegas en una preciosa casa de madera Suiza, con los Alpes a nuestro alrededor y las motos aparcadas a 100 metros dispuestas a llevarnos al fin del mundo.

Nuestra casa en Interlaken

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Km 4: Alpes. Agosto. Interlaken-Interlaken: 383km

El día amanece bonito, desde nuestra ventana se ve la Jungfrau y se ve despejada ... así que rock&roll, ¡¡¡hay que aprovechar!!! y eso significa salir ya. Como siempre salimos sin desayunar.

Lo primero es poner gasolina, y por primera vez usamos las gasolineras autoservicio suizas, la primera vez impresiona, pero es tan sencillo como meter la tarjerta, el pin, elegir el surtidor y en algunos casos el tipo de combustible y rellenar, se supone que cuando terminas te carga el importe y listo.

Lo segundo, yo quiero, necesito, ir a Grindelwald, no porque ese pueblo tenga nada de especial, sino porque esta en la base de la cara norte de Eiger y eso es algo que un amante de la montaña no puede dejar de ver. A modo de resumen decir que el los Alpes existían "los tres últimos problemas", tres caras norte de tres montañas imposibles, difíciles, peligrosas e inmensas. Eran dos cuatromiles: El cervino y las Grandes Jorasses (en el macizo de Mont Blanc) y un tresmil ... el Eiger (El Ogro) en Grindelwald; las historias de los primeros intentos y las primeras ascensiones a este ultimo están llenas de muertes, de rescates imposibles, de heroísmo y compañerismo a partes iguales. Y esa montaña tenia que verla, así que rumbo a Grindelwald, y la montaña se deja ver y disfruto de la vista, jo que bonita es, como impresiona.

Cara Norte del Eiger

Yo se que el Eiger el Monch y la Jungfrau formas uno de los skylines más bonitos de los Alpes,

Eiger, Monch y Jungfrau

lo que no se es desde donde se ve, pero como desde Grindelwald no es, así vamos a ver si desde Mürren hay suerte y no la hay, pero las vistas también son preciosas.

Después de ver montañas, nos vamos a hacer puertos, lo primero, autopista hacia el este para después iniciar las subida al primer puerto del día el Sustenpass, en su cima desayunamos-comemos un poco de embutido,

Subida del Sustempass

Cima del Sustempass

Y la bajada

la bajada nos deja listos para hacer el Furkapass, precioso, grande, perfecto astalfo, sol y unas vistas impresionantes.

Furkapass

El Grimselpass bajando el Furkapass

Cuando lo bajas ves frente a ti el Grimselpass que habíamos subido bajo la lluvia el día anterior, se le ve magnifico, apetecible, pero Koldo se me ha escapado en dirección al Nufenenpass y no tengo forma de contactar, después supe que él habia pensado lo mismo, mira que me lo estaba imaginando, pero era una locura subir un puerto ási sin decirlo, es preocupar y mucho al otro, así que bajo el sol pongo rumbo a siguiente puerto del día; el Nufenenpass, también precioso. ¿Hay algo que no sea precioso por aquí?.

Vistas desde el Nufenenpass

En la cima nos volvemos a juntar, comentamos entre risas nuestros pensamientos sobre el Grimsel y salimos en busca del ultimo puerto "grande" del día, el St. Gotthardpass. Los dos habíamos oído hablar de la "Via Tremola" subida adoquinada, llena de paellas, estrecha y genial de ese puerto, también habíamos decidido que si no había agua en la carretera intentaríamos hacerla ... pero una cosa es lo que nosotros pobres humanos pensemos y otra lo que los carteles de las carreteras te dicen, y lo que nos dijeron es que nos suben por la autopista ... hasta que la salida de un túnel vimos esto:

Via Tremola del San Gotardo

Y claro eso no esta allí para nada, así que buscamos la entrada y la encontramos, la bajamos, pero como la idea era subirla ... pues también la subimos y para bajar ... pues seguimos por la via Tremola por el otro lado que a algún lugar llevará ... y nos llevo de nuevo a la carretera. Y mira que nos gusto ese puerto.

Vía Tremola del San Gotardo

La idea era ir a Berna que Sybille nos había dicho que tenia un centro histórico chulo, pero cuando paramos a comer a orillas de un lago Koldo tenia un sms de Sybille diciendo que uno de nosotros se había olvidado las deportivas ... y ese era yo. La cosa es que no tenia más calzado que las botas de moto y esas zapatillas, y no era cosa de estar todo el tipo con las botas de moto puestas, y comprar unas deportivas a precios suizo como que no, y además esa noche no teníamos sitio fijo donde dormir ... iba a ser cerca de Berna, y Interlaken esta a 70km y nos pilla de camino (la ruta hacia Berna nos pasaba si o si por allí), así que respondemos que en hora y media estamos allí y terminamos de comer nuestro bocata tranquilamente.

Parada a comer cerca de Bouchs

Llegamos a Interlaken y esperamos a que Sybille aterrice, y nos debe ver cansados, o le habíamos caído bien el día anterior o un poco de cada así nos ofrece dormir esa noche también en su casa, aceptamos, recogemos las llaves, aparcamos igual de bien que el día anterior, nos duchamos y nos damos un paseo por Interlaken, que tiene más bien poco que ver.

Cuando llega Sybille nos dice que va a ir con unos amigos de barbacoa al lago, que si nos animamos, que ella ya ha comprado la carne y ensalada. Aceptamos. Al poco llega Mónica una amiga suya y salimos hacia el lago. Buscamos leña, esperamos a que quede una barbacoa libre y empezamos a asar. De cena hay Salchichas de varios tipos, ensalada, vino, té, han comprado carne pensado en nosotros, pero nosotros tenemos nuestro as en la manga ... bueno en el topcase, jamón y lomo ibérico, chorizo de León y si hace falta alguna cosa más.

Al final nos juntamos ocho o diez, han traído cervezas y una guitarra. Pasamos un rato divertido hasta que a las doce de la noche decidimos que ya va siendo hora. Nos vamos a dormir.

Hemos hecho un montón de puertos, nos hemos llenado los ojos de paisajes increíbles, hemos cenado de barbacoa a la orilla de un lago maravilloso con una gente la mar de agradable, seguimos siendo dos amigos en medio de los Alpes con las motos aparcadas cerca. Esperándonos.

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Km 5: Alpes. Agosto. Interlaken-Chamonix: 436km

Amanece con buen tiempo, tomamos un café con Sybille, hoy parece que si toca desayunar aunque sea un café solo bebido; nos vestimos como cada día de romanos y nos despedimos de nuestra anfitriona. Es bonito descubrir que en el mundo la mayoría de la gente es buena y esta dispuesta a ayudarte a cambio de una sonrisa o de una rato de conversación distendida. Gracias amiga.

Después de la rutina diaria de meter las bolsas en las maletas,decirle a GPS a donde queremos ir, ponemos rumbo a Berna por la autopista.

La idea para hoy era conocer Berna y Lucerna, pasar por Liechtenstein y así conocer unos de los países más pequeños de Europa y dormir en algún sitio próximo al Stelvio que queríamos subir al día siguiente.

El camino a Berna es ... autopista, que más se puede decir, aunque por suerte en Suiza de vez en cuando las vistas desde la autopista son preciosas, no dejan de ser aburridas.

Entramos en Berna dejandonos guiar a medias por el GPS y la otra mitad por las indicaciones de "Zentrum" aparcamos en frente de la embajada de EEUU, seguro que no hay sitio más seguro en toda la ciudad para dejar las motos.

Berna es bonita, y aunque las calles del centro están de obras disfrutamos de la visita.

Como nuestro desayuno ha sido bastante frugal entramos en un supermercado a comprar una tableta de chocolate, estamos en Suiza!, una bebida de té y algo de pan para la comida. El chocolate dura un rato, hasta que llegamos a un parque.

Después de esa rápida visita enfilamos las motos rumbo a Lucerna, también por autopista, pero esta vez es la autopista la que esta de obras y además con mucho tráfico.

Poco antes de Lucerna paramos en un área de servicio con vistas al lago Sempachersse donde damos cuanta de unos bocatas que serán nuestra comida.

Aquí empieza a chispear, lo cierto es que desde que salimos de Berna vemos nubes negras en el horizonte y las informaciones meteorológicas dan agua por la zona, por la zona de Stelvio también dan agua para los próximos días, y por lo que vemos parece que no se han equivocado. Aunque estemos a casi 300 km de nuestro destino creemos que es el momento de tomar una decisión.

Y la decisión es sencilla, solo hay dos opciones: una arriesgar, tirar para la zona de Stelvio y ver como evoluciona el tiempo, si se puede hacerlo y empezar a volver por donde haga algo mejor. La segunda, darnos la vuelta, si el tiempo lo permite acercarnos a la zona de Grenoble y sus puertos míticos o ir viendo sobre la marcha.

Y decidimos rápido: media vuelta. A los dos nos jode, sabemos pueden pasar muchos años hasta que volvamos a estar aquí, pero las previsiones son más que malas y lo más probable es que nos mojemos hoy para tener que darnos la vuelta mañana también bajo la lluvia.

Así que seguimos rumbo a Lucerna, el que nos vayamos a dar la vuelta no significa hacerlo ya.

Como somos gente que siempre busca la seguridad, aparcamos al lado de una comisaría de policia justo en el centro; y nos aprestamos a dar una vuelta.

Lucerna tiene un centro precioso, lo más significativos son dos puentes medievales, aunque los edificios y calles aledañas también son dignos de visita.

Después de un tranquilo paseo y con el cielo cada vez más negro hacia el este, cosa que nos reafirma en nuestra decisión o al menos hace que no le demos muchas vueltas en la cabeza, subimos a las motos para deshacer el camino hecho, nuevo rumbo: Chamonix.

¿Porque Chamonix?, pues por un lado porque llevamos unos 170 km y hasta allí solo hay unos 290, lo que nos da un total de unos 450 km, mayoritariamente por autopista, distancia más que asequible. Ir hasta la zona de Grenoble es mucho, son las tres de la tarde más o menos y no tenemos tiempo material de llegar a buena hora.

Por otro porque nos quedamos sin verlo el día que salimos de Séez por la lluvia, y no es bueno dejar las cosas a medias.

Y por ultimo, porque a mi me apetece, he estado dos veces en Chamonix para hacer montaña y se que las vistas del macizo de Mont-Blanc desde allí son impresionantes, me apetece volver a verlas y que mi compañero las conozca. Además que narices es mi cumpleaños y celebrarlo en Chamonix me va atraer gratos recuerdos, sería mi segundo cumpleaños allí y el primero fue muy, pero que muy especial.

Así que salimos de nuevo a la autopista de dejamos que vayan pasando los kilómetros. El tiempo es regular y nos caen cuatro gotas un par de veces, pero parece que la autopista va esquivando las tormentas. ¿Cuanto aguantaremos sin mojarnos?

Llegamos a Martigni y por fin dejamos la autopista para coger el puerto de la Forclaz, impresionante en sus primeros km, y entramos en Francia. la carretera es mala y a ratos esta mojada, hay mucho tráfico y el cielo esta más que cubierto. Hoy no vamos a ver nada, una pena.

La llegada a Chamonix es como meterte en Benidorm en agosto, una locura. Después de una vuelta rápida para ver que aparcar en el centro o cerca va a ser imposible decido ya se donde aparcar ... al cementerio, y allí debajo de un árbol dejamos las motos, vale que hay un parking a la entrada, no metemos las motos entre las tumbas.

Ahora toca buscar alojamiento, y la cosa es complicada, en todos los hoteles nos piden sobre los 90€ por una habitación doble, y eso no estamos dispuestos a pagarlo, sabemos que si seguimos unos km y nos alejamos de tan turístico lugar encontraremos sitios por bastante menos. Pero ya que estamos miraremos un par de sitios más y de paso daremos una vueltecita por el pueblo.

Y lo encontramos, en una calle que sale de la calle principal hay un bed&breakfast en el que nos dan cama y desayunos por algo menos de 60€, eso esta mejor.

Salimos a buscar las motos, no se muy bien como negocio Koldo la cosa, pero tenemos 10 o 15 minutos para llegar con las motos y los bultos o nos quedamos sin habitación ... ni idea de porque no nos la cobro y punto. Y claro, no todo iba a ser fácil, llegar al cementerio en principio no tiene problemas, pero si empieza a caer el diluvio universal la cosa se complica, y el diluvio cayó.

Nos refugiamos en los soportales y debajo de los toldos de las tiendas, solo salimos cuando "cae menos", pero aún así y vestidos de moteros llegamos chorreando a las motos, y empapados a nuestro alojamiento. Aunque por suerte a llegar deja de llover.

Mirando al Mont Blanc desde Chamonix

Y toca buscar aparcamiento, justo detrás esta el parking de un supermercado y fijo que algún hueco encontramos, según entro veo una moto aparcada y el sitio justo para meter la mía, justo cuando empiezo a maniobrar llega el dueño y me dice que en un segundo la saca y así entro mejor, es español y cuando aparco nos ponemos a hablar, resulta ser un forero del bmwmotos.com y además al que te acaban llevando tarde o temprano la mayoría de las rutas por los alpes que por allí pululan, es Stelvio un magnifico conocedor de la zona, aparte de una buena persona.

Así que empezamos a charlar de las rutas que hemos hecho los días anteriores y lo poco claro que tenemos para los los siguientes, porque la meteo no esta para muchas alegrías, y nos fabrica una ruta sobre la marcha, yo apunto en un papel las indicaciones que me parecen más importantes, rezando para ser capaz de organizar todo aquello en la habitación antes de que mi memoria de pez lo olvide.

Después de un rato de charla bajo un suave lluvia nos despedimos, cosas como esa me reafirman en la idea de que la mayoría de la gente es buena y dispuesta a ayudarte, solo que los malos salen más en las noticias.

Una ducha y a buscar donde cenar, es mi cumple y hay que celebrarlo, una fonfue y unas cervezas serán nuestra cena, otra cerveza nos acompañara en el salón de bed&breakfast mientras pasamos a limpio la ruta recomendada por el amigo Stelvio.

Estamos en la capital mundial del alpinismo y las motos bajo la ventana, tenemos una ruta para el día siguiente por una zona con baja posibilidad de lluvias y soy un año más viejo.

¿Se puede pedir algo más?

Km 6: Alpes. Agosto. Chamonix-Avignon: 463km

Amanece nublado, aunque no llueve. Desayunamos fuerte y nos preparamos para la ruta, la primera parada es en el mismo Chamonix para hacernos unas fotos con el Mont Blanc al fondo del que se intuye la cima.

Glaciar de Bossons y Mont Blanc

Como la ruta de hoy no tiene desperdicio y para que no se olvide pongo un enlace a Googlemaps:

La primera parte hasta Grenoble: http://g.co/maps/69zfu cojemos la autopista desde Albertville.

La segunda parte desde Grenoble hasta Avignon: http://g.co/maps/v2d54 Pasando por las gargantas del Vercors, el col de Rousset y el Mont Ventoux.

Es una ruta alucinate, no tiene grandes puertos, quitando el Mont Ventoux, pero los paisajes son fantasticos, las carreteras estrechas y muchas de ellas sin apenas tráfico. Vamos muy, pero que muy recomendable. Agradecer desde aqui al Forero Stelvio de www.bmwmotos.com su paciencia para indicarnos cada paso de la ruta, cada carretera, cada cruce, sin él nunca hubiesemos descubierto esos paisajes ni esas sensaciones.

Vercors

Col de Remuzat

El día es prefecto, sol y buena temperatura, vamos siguiendo la ruta indicada sin demasiadas complicaciones, para cruzar Grenoble seguimos las indicaciones de GPS sin ningún tipo de problema, he descubierto que mi Garmin en España tiene muchos más problemas que en Francia o Suiza.

Paramos a comer en unas piscinas naturales, nos cobran entrada, pero estamos cansados y el precio no es caro, descansamos después de comer unos bocatas nos ganas dan de meternos en el agua, pero no queremos llevar ropa mojada en las maletas y lo dejamos para otra ocasión.

Parada a comer

Por la tarde atacamos en Mont Ventoux, es alucinante, no es ni el más bonito, ni el más alto ni el más nada de los puertos que llevamos hechos, pero tiene algo especial, esta allí solo, el paisaje de bosque de coníferas que te acompaña en la parte baja da paso a un terreno yermo de arena y piedras finas, parece que has llegado a otro mundo, el viento sopla con fuerza en los últimos kilómetros, estar en la cima es insoportable, así que hacemos un par de fotos y para abajo por la otra vertiente.

Mont Ventoux

Nos cruzamos con multitud de escoters que suben a su ritmo, también alguna que otra moto clásica, suponemos que habrá algún tipo de concentración o algo, pero nosotros seguimos hacia abajo, cuando entramos de nuevo en el bosque disfrutamos de cada curva, de cada kilómetro, son los últimos en los Alpes a partir de aquí siento que se van acabando las vacaciones y empieza el regreso.

Enfilamos rumbo a Avignon, alli hemos quedado con Ramata que nos dará alojamiento y nos servirá de guía en su ciudad, el clima va cambiando las nubes en la lejania nos hacen pensar que hoy nos vamos a mojar.

Rumbo a Avignon

Por suerte esta vez libramos y llegamos secos a nuestro destino, sin mayores problemas encontramos la casa de nuestra anfitriona, descargamos, nos damos una ducha y salimos a conocer la cuidad, después cenaremos en una bonita plaza, tomaremos una cerveza y a dormir.

Por la noche nos despierta una enorme tromba de agua, un rayo deja por unos instantes sin luz a la ciudad, las calles se han convertido en rios, nos empezamos a plantear si mañana podremos seguir camino; pero son las tres o las cuatro de la mañana, así que mejor seguir durmiendo, cuando amanezca ya decidiremos.

Hemos encontrado carreteras escondidas, atravesado gargantas de roca que llegaban hasta el cielo, luchado contra el viento en el monte de los vientos y escuchado la tormenta desde la seguridad y el calor de una casa amiga, las motos están aparcadas debajo de la ventana, esperando.

¿Se puede pedir algo más?.

Km 7: Alpes. Agosto. Avignon-Soldeu: 397km

Como no puede ser de otra forma el día amanece feo, miramos las previsiones de internet y el la televisión y nos confirman lo que ya intuíamos: hoy nos mojamos. Pero por ahora no llueve y hacer un día más en Avignon tampoco nos va a solucionar nada, dan mal tiempo para varios días.

Así que después de desayunar un poco nos vestimos de romano, nos despedimos de Ramata y salimos rumbo a Carcassonne. Lo cierto es que no tenemos muy claro lo que queremos hacer, Carcassonne es nuestra primera meta, yo la conozco y en un día sin muchas metas es un sitio bonito de ver, aunque a ninguno nos gusten mucho las grandes aglomeraciones. Después tiraremos hacia al sur, hacia al pirineo, nuestra intención es hacer una transpirenaica, pero no sabemos si la haremos por Francia o por España, incluso si la haremos porque tampoco tenemos muchas ganas de mojarnos, bueno mojarnos nos da igual, lo que no nos apetece es meternos por esos puertos con agua y niebla por el peligro que tiene.

Tras una rápida despedida nos ponemos en marcha, hasta Carcassonne iremos por autopista, después ya veremos. Llegamos a Carcassones y por suerte encontramos sitio para dejar las motos, cosa complicada porque esta hasta arriba de gente. Damos un rápido paseo y compramos algo de pan para la comida, que ya puestos haremos allí sentados en un banco del un parque.

Después ponemos rumbo sur por carreteras nacionales a buscar la "Route de les Cols", a ver si somos capaces de encontrar las indicaciones ... y no, no lo somos. Pero en el Pirineo lo que no faltan son puertos, y ya puestos cambiamos a rumbo oeste para hacer el primer puerto del día en col de la Chioula, al que llegamos con una suave lluvia y con algo de niebla.

En la misma cima decidimos nuestro siguiente paso, a mi compañero le apetece entrar en Andorra, así que vamos a buscar el col de Puymorens y soportando un inmenso atasco (por suerte con las motos podemos ir sorteando los coches) entramos en Andorra por Pas de la Casa y nos dirigimos a el puerto de Envalira.

Nuestra idea era atravesar Andorra, si eso parando en Andorra la Vella a dar una vuelta y dormir ya en España, son las cuatro de la tarde y aún queda mucho día por delante. Pero cuando atravesamos Canillo recuerdo que hace unos años el representante de un Hotel de Soldeu se paso por mi club de montaña para contarnos las maravillosa ofertas de verano (lo cierto es que eran muy buenas), así que paro la moto y le comento la jugada a mi compañero, estamos de acuerdo en dar marcha atrás y preguntar que es gratis.

Y bingo!, las ofertas siguen existiendo y por 68€ tenemos una doble con media pensión, derecho a Jacuzzi. Ni nos lo pensamos.

Estamos en el país de los Pirineos, nos hemos ablandado con las burbujas de un jacuzzi, las cervezas son baratas y hemos esquivado la lluvia.

¿Se puede pedir algo más?

Km 8: Alpes. Agosto. Soldeu-Sallent de Gallego: 573km

Hemos desayunado bien, dormido mejor y el día es bueno ... ¡¡pues vamos de compras!!. la cosa es que yo quería mirar un pinlock para el casco y un traje de agua que no mojase, así que decidimos parar en alguna tienda de motos para ver lo que tienen. Lo primero encontrarlas, lo segundo esperar a que abran ... joder si es que madrugamos demasiado.

Miramos en un par de ellas, y el pinlock no lo tienen, el traje de agua si así que a la maleta, mi compi se pilla unos guantes y ojea un casco para la próxima.

Después del atasco de la frontera cogemos el eje pirenaico, la idea es entrar en el valle de Aran por la Bonaigüa y desde allí seguir por Francia. Por Sort, Llavorsí y el resto de la valle el día es precioso, pero según ascendemos la Bonaigüa vamos entrando en la nube y en el valle de Aran el tiempo es malo, niebla, lluvia fina ... lo malo es que tiene toda la pinta que no va a mejorar, así que en Vihella decidimos seguir por España a ver como esta la cosa ... y esta bien. De nuevo con sol disfrutamos de la carretera hasta Castejón de Sos donde paramos a comer.

Seguimos sin tener claro que hacer, por un lado repetir el Tourmalet, el Obisque, el Aspin nos apetece mucho, pero no queremos hacerlo metidos en la niebla. Decidimos cruzar el túnel de Biescas y una vez allí decidir. Según nos acercamos al túnel las nubes se descuelgan desde la vertiente francesa, lo que no augura nada bueno.

Una vez en el lado francés las cosa empeora, yo voto por dar media vuelta, mi compañero por seguir, y como no vamos a discutir por una cosa de esas, seguimos por el norte a ver que pasa.

Llegamos medio entre nubes y nieblas a Saint Lary Soulan y yo temo que nos metamos en la niebla al subir el primero de los puertos el Aspin, pero me equivoco la subida es una gozada, bajamos y enfilamos el Tourmalet, también sol y buen tiempo, aunque las nubes entran y salen lo único que consiguen es hacer más bello el paisaje.

Después de disfrutar de la cima y echar de menos a nuestro colega Eltron, comenzamos el descenso, yo me noto raro, entre el sol que entra de cara y la visera que la tengo algo sucia no veo bien, decido que cuando vea un fuente paro a pasar un paño y limpiarla. En algún lugar de la carretera que une Luz-St-Sauveour y Argelès-Garzost me toco lo ojos y .... Arrgggg!!! me he olvidado las gafas en la cima de puerto ¡mierda!, paro y se lo digo a Belda, recuerdo perfectamente que me las quite y las deje encima del asiento para ponerme el casco, pero en lugar de volvermelas a poner me fui mientras me ajustaba el casco, a la cuneta a hacer un pis ... y salí con las gafas en el asiento.

Decidimos que yo vuelvo (son unos 30km) y el sigue para Sallent, buscara alojamiento, yo ya llegaré.

Así que salgo raudo y veloz, y disfruto del puerto mucho más de lo que lo he hecho nunca, no hay tráfico, voy rápido volando sobre las curvas, las paellas me divierten, sera por los miles de ellas que hicimos en Suiza, llego a la cima poco después de las ocho .... y no están las gafas, el bar esta cerrado y aunque hay luz y llamo para preguntar nadie me contesta, hace viento y mis gafas sin montura pueden haber volado muy lejos. Decido no perder más el tiempo y empezar el descenso ... sigo disfrutando, si en la subida no había nadie en la bajada la sensación es de absoluta soledad.

En Argelès-Garzost pongo gasolina y avanzo rumbo al Sulor y al Oubisque, se que se me hará de noche mucho antes de llegar a Sallent, pero me gustaría haber pasado esos dos puertos con luz, los subo rápido, solo, viendo como el sol baja poco a poco para ocultarse en el horizonte, el Soulor lo hago de día, el tramo entre el Soulor y el Oubisque es mágico, la luz de atardecer y las nubes bajas lo hacen misterioso y bello, muy bello, bajo la velocidad y disfruto de las vistas, se me va a hacer de noche igual y estar allí arriba acompañado solo por alguna vaca es increíble y hay que disfrutarlo.

Llegando al Soulor al atardecer

Llegando al Oubisque al atardecer

En la cima no hay nadie, solo en viento y la noche, durante la bajada la niebla me envuelve y yo bajo con mucho cuidado, no quiero encontrarme con algún animal en la carretera, fijo que por aquí no tengo cobertura. Cuando paso por la estación de esquí de Gourette suena un mensaje en el móvil: Tenemos habitación en el hostal de la ultima vez. Respondo diciendo donde estoy y sigo camino.

La subida al Portalet la hago también con cuidado, la niebla sigue entrando y saliendo, el ambiente sigue siendo mágico, no hay nadie, desde que empece a subir el col du Soulor no me he encontrado con nadie, nunca había tenido esa sensación de soledad en la moto, además estoy bien, el cansancio no me esta afectando, la noche es buena, me gustaría seguir conduciendo toda la noche, me encuentro bien, muy bien.

En la cima hace fresco, pero se que me queda nada, así que no me abrigo me lanzo para abajo buscado el final, una cerveza y compañía, llego a Sallent sobre las 11, en ese momento están sacando unos calamares y alguna otra ración más, Belda ha calculado muy bien y ha pedido la cena.

Cenamos, charlamos, tomamos unas cervezas y nos vamos a dormir, han sido muchas horas y mañana sera otro día.

Estamos en mitad del Pirineo, he llegado a tiempo para cena, el tiempo es bueno y aún nos queda un día de vacaciones. Las motos duerme a cubierto justo debajo de nosotros.

¿Se puede pedir algo más?

Km 9: Alpes. Agosto. Sallent de Gallego- Burgos: 450km

Amanece despejado, la Foratata nos saluda al asomarnos a la venta de la habitación, hoy es nuestro ultimo día y hay que aprovecharlo.

Foratata desde el hotel

Así que sin desayunar ni nada salimos rumbo al Portalet de nuevo, es pronto y aún no hay nadie por las calles, solo el ruido de nuestras monturas que se despiden de Sallent y de España para entrar de nuevo en Francia.

El Portalet es divertido y más aún sin tráfico, una vez abajo ponemos rumbo al Marie Blanc, a mi ese puerto me gusto mucho hace un par de años, pero esta vez no supe apreciarlo, más adelante buscamos el Col d'Ichere y el Col de Lie, la carretera es mala y estrecha, más bien parece un camino agrícola asfaltado, los puertos son bajitos y sin mucho que ofrecer ni en conducción ni en paisajes, así que le comento a Belda que lo mejor que podemos hacer es ir a buscar la Pierre de San Martin, un puerto de verdad, que le aseguro va a hacerle disfrutar entre mucho y mucho más; me hace caso.

Así que después de mil curvas y mucho disfrute, entramos en España por ultima vez, yo se que este era el ultimo puerto, aún me queda un puertecito entre Burgui y Navascúes, pero este es "el ultimo grande", se acaban las vacaciones y con ellas las montañas, he estado en los Alpes y he terminado en mis amados Pirineos, he descubierto que los puertos alpinos son grandes y extremadamente bellos, con paisajes alucinantes que te invitan a parar en cada curva, pero también que los pirenaicos, aún siendo más pequeños, estando en muchos casos peor asfaltados también son inmensamente bellos, también tienen paisajes increibles que te hacen disfrutar de la moto y de los amigos.

Con esos pensamiento llegamos a Isaba y paramos a desayunar-almozar-comer lo que sea, un par de pichos de tortilla y una cerveza acompañando a ese ambiente de despedida que se colaba en las conversación, ya no queda nada, salir a la autopista que nos llevará a Pamplona y después la despedida.

Yo quería volver por Logroño intentando pillar la mínima autopista posible, pero también queria despedirme de mi compañero, así que le seguí hasta una gasolinera en Pamplona y alli entre olor a combustible y ruido de coches nos despedimos, y me quede triste y sin muchas ganas de fiesta motera y pille la autopista hasta Miranda y allí pague el peaje y llegue hasta Burgos, estaba cansado, en lugar de tirar hasta el pueblo pare en casa a comer algo y a quitarme la morriña.

Por la tarde y ya en coche me fui al pueblo a seguir disfrutando de las vacaciones de la famila, han sido unos días mágicos que quedaran siempre en mi memoria.

Nota: Tienes muchas más fotos de la ruta siguiendo el enlace de la derecha.

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