Tras la Sombra del Vampiro

por Manuel Santaella Santaella 04/09/2018

PRÓLOGO

Hola,
Soy Manolo Santaella (D3MIO) y me acompaña en esta y todas las aventuras mi pareja Carolina Higueras (Tacirupeca)
Gracias a esta plataforma queremos compartir con vosotros nuestros viajes de una manera amena y con las sensaciones que hemos ido captando día a día desde la visión que tenemos cada uno, yo como piloto y Tacirupeca como paquete.
Os vamos a comentar el viaje desde dos puntos de vista diferentes y diferenciados, el mío mas técnico y con información de temas importantes de la ruta y el de Tacirupeca con una visión de nuestro entorno y estado de ánimo.
Durante este viaje se han visitado 9 países, hemos embarcado en 3 ferrys, 2 aviones y se han recorrido mas de 6.200 Kms durante 19 días.
Espero que os guste y ayude para futuros viajes que planifiquéis.

(las palabras que os encontréis durante la lectura con un asterisco*, os indicará que hay un acceso a web en el apartado enlaces.

Etapas inicio (2), Granada - Valencia / Valencia - Barcelona (889 Kms)

D3MIO.-
1.-
Poco que reseñar ya que este trayecto lo hago solo y por autopista, Tacirupeca saldrá al día siguiente en avión dirección Barcelona, donde la recogeré en el aeropuerto. De esta forma evita el aburrimiento que tiene este tipo de vías.
Salgo de Casa aproximadamente a las 17h. para llegar al hotel de valencia pasadas las 22h. Por suerte no hace mucho calor esa tarde y me ayuda la temperatura a ir más relajado.
He cogido un Ibis cerca de la A-7 para no perder mucho tiempo en salidas y entradas de la autovía, de todas formas es solo para descansar.
2.-
Prácticamente la misma tónica me levanto pronto para estar en el aeropuerto a la hora señalada de la llegada del vuelo de Tacirupeca, aproximadamente las 10h. tomo un café y a #LaTaca, por cierto es el nombre que le dimos a la GS 1200 AVD.
Acercándome al Aeropuerto me llama Tacirupeca comentadme que está en la puerta de llegadas para recogerla.
Ya juntos tomamos dirección al puerto de Barcelona para coger el Ferry hacia Génova.
Hemos recorrido en varias ocasiones en un sentido y otro este recorrido por carretera y no nos descubre ya nada nuevo, si a esto le añades que te quitas un día de carretera aburrida descansas y si sumas combustible, peajes, hotel, desgaste de moto y neumáticos sale al final una cantidad muy parecida al coste del ferry.

Etapa 01, Génova - Padua (395 Kms)

Tacirupeca.-
Primer día en ruta hacia Transilvania: Desde Barcelona a Génova, Milán, Verona y Padua. Sentir el mar en la piel y ahogar los ojos en la luna llena es el inicio de esta aventura... y topamos de nuevo con Milán y su imponente catedral de gótico tardío que pespuntea con sus ciento treinta y cinco pináculos un cielo arrasado por el sol y la luz cegadora de una mañana radiante... Paseamos por la galería Vittorio Enmanuel II cuajado de lujosas tiendas que hieren con sus precios mis sentidos... y descubro ensimismada su pavimento de mosaicos y las hermosas vidrieras que le sirven de techo para filtrar la luz y el vuelo audaz de las palomas... Y nos vamos a Verona, una tierra diseñada por las riberas del río Adige en la que dos mil años de historia se encierran en este lugar para que convivan arte y una mítica historia de amor... la luz envolvente del inmortal Shakespeare que tiñó de niebla los ojos de Julieta y Romeo... bella como un sueño... Rodamos hacia Padua y topamos de bruces con la imponente Basílica de San Antonio... sus muros tornasolados adquieren el color de la tarde y un minúsculo río se enzarza por sus calles estrechas y plazas de estatuas muertas... Pasear sus recodos es un placer gratuito que no debemos dejar pasar porque quien sabe hasta cuándo sus calles medievales y muros palaciegos resistirán la codicia humana... y cae la noche con sus palomicas revoloteando los pensamientos.

D3MIO.-
Hoy empieza realmente el viaje.
En un principio planifiqué la ruta fuera de autovías y autopistas, solo carreteras de doble sentido, pero Tacirupeca me pide que pasemos por Milán y Verona.
Esta petición me descuadra totalmente los cálculos de tiempos, ya que visitar estas dos ciudades, te quita un tiempo que tenías previsto consumir en carreteras “lentas” por lo que optamos coger de nuevo autopista para no alargar en demasía el día y poder disfrutar de Padua por la tarde.

- FERRY BARCELONA - GÉNOVA

- MILÁN

- VERONA

- SIENA

Etapa 02, Padua - Jessenice (346 Kms)

Tacirupeca.-
Segundo día en ruta hacia Transilvania: Desde Venecia a Triestre y Eslovenia. Navegamos perdidos en un laberinto de canales donde se suceden sin tregua palacios, iglesias y plazas de una monumentalidad que sobrecoge. No hay nada comparable a la Serenissima, la ciudad-estado que los mercaderes de los días de la República engalanaron hasta lo inimaginable haciendo alarde de poderío. Venecia es un sueño engalanado de máscaras emplumadas y góndolas de interesados galanes que se hunde en un mar que la reclama. No hay espacio para bolsillos desafortunados... Es una bella ciudad que muere en el hastío de humedades verdioláceas mientras llena la saca de riquezas abundantes... Es mejor pasear con los ojos enamorados y salir corriendo antes de que la nostalgia te pida un café a 30€ en la plaza San Marcos... Rodamos a Trieste y sus playas de roca dura y hormigón donde la gente se retuerce en toallas de marca sin arena y sandalias de lo mejor... Decidimos marcharnos de ese sol matizado por el calor que nos empapa hasta la médula y entrar en Eslovenia donde un macizo de nubes blancas nos recibe amenazando aguas torrenciales y pujando en los bosques espesos de ojos brillantes... Llegamos a Bled y se hizo la calma en un lago cristalino donde los cisnes juegan a mirarse presumidos en el espejo de sus aguas calmas... Es tal la paz que siento que la mirada se cierra envuelta en versos de otros tiempos y corremos entre los bosques espesos a refugiarnos de los lobos que amenazan... nuestra humilde posada se encuentra en el corazón de la húmeda montaña....

D3MIO.-
De nuevo autovía, ya que aparte de Venecia decidimos visitar Trieste y queremos llegar a Jesenice a tiempo para ver el lago y los alrededores con luz.
En Venecia, tienes la Piazzale Roma donde se encuentran varios edificios destinados a parking, cualquiera de ellos es válido para la moto, la diferencia económica es mínima entre todos. Lo que si hay que destacar es en la acera donde está la oficina de los Carabinieri y junto al bar Pullman hay un pequeño local dedicado a consigna para equipajes y viene muy bien para dejar cascos y chaquetas. No esperéis concesiones económicas en el parking o en la consigna, en Venecia nada es barato. Para comer siempre vamos a un self service “Ponte de Rialto” junto al puente del mismo nombre frente a la parada del vaporetto en el que los precios no te cortan la respiración.
Después del almuerzo partimos para Trieste una pequeña visita para disfrutar de sus cuestas y su paseo marítimo, sorprende ver donde toman el sol entre las rocas y de forma amontonada estos vecinos.
Autopista hasta Jesenice y a última hora empieza a llover suavemente.
Al pasar la frontera parada obligatoria para comprar en una gasolinera la viñete, que te permite circular por autovía, se expide por una semana mínimo y el precio 7€.
Tenemos problemas con el hospedaje (over booking) solucionado por el proveedor de los hospedajes y recorrido ya un poco cansados de 12 kms, ya si estaba lloviendo hasta el nuevo hotel. Al llegar la carretera de acceso estaba cortada y hay que dejar la moto y andar un kilómetro hasta el hotel, en el corte nos espera un muchacho del hospedaje y nos conduce amablemente hasta donde vamos a pasar dos noches.

- VENECIA

-TRIESTE

- BLED

Etapa 03, Jessenice - Jessenice (328 Kms)

Tacirupeca.-
Tercer día en ruta hacia Transilvania: Eslovenia casi al completo. Amanecemos en una acogedora casa en el corazón del parque nacional Triglav*... Disfrutamos de una jornada en la que la naturaleza más abrupta empequeñece nuestras miradas... Los abetos se elevan al cielo cerrando la carretera que serpentea entre recodos de piedras viejas, un fresco olor a madera ventisquea nuestros sentidos mientras pequeñas iglesias de troncos refinados se abren en la maleza de raíces retorcidas para rememorar a los muertos de absurdas guerras olvidadas... Miles de senderos trepan como hiedras las montañas calientes abriendo surcos en un cielo azul casi imposible y el viento empieza a rugir en un bosque apretado, de un verde oscuro casi negro, que se extiende entre ríos de agua fresca llenando el pantano de turquesa. La piedra caliza erosionada por la lluvia tejió hace millones de años un paisaje de cuevas en una telaraña de casi 10.000 grutas.... Visitamos la catedral de las cuevas en Postojna* que se hizo paso en las entrañas de la tierra dibujando columnas de cal que fue viva y lagos de aguas yermas donde habitan anfibios ciegos e incoloros con el aroma húmedo de la supervivencia. Una cueva de silencios callados en formas de calizas tallados a sangre y viento por la mano artesana del agua, la piedra y el tiempo... Castillos incrustados en la roca abierta como piedras preciosas, lagos limpios, bosques enjutos que cubren un horizonte mordido de algas y buena gente... Un país que valora, disfruta y atesora lo más preciado que tiene... Su naturaleza viva, virgen, oculta a la codicia de quienes usan el fuego como forma de enriquecerse... Eslovenia, ni te la imaginas...

D3MIO.-
Amanece despejado y un magnifico sol, la moto donde la dejamos, en medio de la selva, la noche y la lluvia nos impidió ver el esplendor de lo que nos rodeaba.
Bien desayunados y con ganas de conocer un país repleto de curvas y carreteras serpenteantes, comenzamos el día, el GPS nos va guiando por carreteras, puertos pasos por bosques que nos van dejando sorprendidos de la naturaleza que nos acoge.
Muy divertido todo el día desde el punto de vista motero, llegamos a la cueva de Postojna, recomendable. También el abrigo para entrar, ya que estás bastante tiempo dentro y la temperatura baja considerablemente.
Nos desplazamos después al Castillo de Predjama*, también hay que verlo. A la salida empezaba a anochecer, así que autopista hasta Jesenice a cenar y descansar para el día siguiente.

Etapa 04, Jessenice - Heviz (333 Kms)

Tacirupeca.-
Cuarto día en ruta hacia Transilvania: Dejamos Eslovenia y entramos en Hungría.
Eslovenia enamora a los amantes de la naturaleza, a los apasionados de la espeleología, a aquellos que sienten deseos de volar en sus impresionantes cielos salpicados de bosques y gigantes macizos montañosos o de quienes desde la aventura de seguir el camino de nuestros sueños rodamos sus calzadas de hierba fresca con olor a lluvia recién caída... Pero su encanto va más allá de un amanecer en su naturaleza virgen y poderosa... sus ciudades medievales desprenden historias románticas de caballeros y princesas en castillos sellados de piedra. Languidecemos ante el bucólico río Ljubljanica que atraviesa con sus aguas de jade el mítico puente de Los Dragones o nos sumergimos en burbujas arco iris que hacen las delicias de un grupo de niños entregados, con frenesí, a estallar la luz de colores que refresca sus risas chillonas como grillos... Pasear sus callejuelas inquietas nos transporta a edades pasadas de luchas eternas... Cierro los ojos y veo que el tiempo nos apremia y cabalgamos ligeros para descubrir Hungría... Apenas cruzamos la frontera en la espesura de los bosques negros tupidos con recelo siento esos ojos de acero que nos acechan, decenas de cruces de piedra se elevan de la tierra con un Cristo infinito que protege a los pueblos pequeños de aquellos malditos. Llueve con furia, como sino hubiera un mañana y la tormenta se ensaña desbordando los ríos que toman el color del barro inerte... Una sensación extraña agacha la cabeza de los campos de girasoles y sin esperarlo, cae la tarde en picado... La paleta cromática se reduce a la gama de grises y un cansancio de apretar los dientes y sólo respirar me pide casa... Llegamos algo ausentes pero con los ojos inquietos y el corazón acelerado pidiendo más, queda tanto por caminar... Revolotea el sueño en mis pensamientos, ya toca descansar...

D3MIO.-
Lo teníamos contemplado como un día de transición, pero la visita a la capital de Eslovenia nos descubre una ciudad que merece la pena parar y perder un rato recorriendo su centro antiguo.
La carretera hasta Heviz, se muestra comoda y muy distraída, ya que vas atravesando bosques o grandes campos de labranza y los pueblos que atraviesas te van indicando por la estructura de los tejado y las viviendas que vas avanzando por zonas donde acostumbra a nevar y los inviernos son crudos.
Los asfaltos por lo general buenos, poco bacheados y en buen estado.

Etapa 05, Heviz - Budapest (203 Kms)

Tacirupeca.-
Quinto día en ruta hacia Transilvania: desde Hevniz a Budapest. Se ha despertado una mañana infernal donde el viento y las nubes se han aliado en las estepas húngaras a través de una carretera asfaltada a tirones de gas que escupía agua y niebla en una densa telaraña de gotas que caían como clavos... Las nubes se arremolinaban en el cielo conformando la gran tormenta que sin miramientos nos azotaba... La Taca (nuestra moto) no falla, su motor seguía rugiendo a cada kilómetro de agua y viento para llegar a buen puerto y a media mañana conquistamos Budapest... La lluvia matiza las miradas con un tinte de melancolía que colorea la vida en tonos cansados, ocres y húmedos, apetece un café calentito en el Nueva York mientras observamos tras el escaparate lo altos que son los húngaros, parecen gente extraña y reservada pero realmente amables... Todo en Budapest adquiere proporciones colosales, sus hermosas plazas de edificios ornamentados repletos de volutas y hojas de acanto. Las esculturas angulosas de rostros adustos y potentes con toques militares recuerdan un pasado de enfrentamientos entre pueblos hermanos... El inmenso Danubio presentaba un color lechoso de barro recién bebido de la tormenta mientras caracoleaba con furia las barcazas de junco que navegaban al son de este caprichoso río. Hoy no había luz en Budapest, sin embargo hemos jugado en los charcos rememorando una niñez que pervive en lo más profundo de nuestras entrañas... esas que cuando galopamos a lomos del viento nos acelera el corazón pensando en todo lo que nos falta por destapar... la aventura de vivir con lluvia, con viento, con luz o en la oscuridad pero siempre bebiendo cada instante que el destino nos regala... volvemos al hotel en metro, es curioso observar la fauna humana sintiendo a veces su soledad, las miradas perdidas en los zapatos de los viajeros o los ojos enamorados de los jóvenes que se despiden con un abrazo que da calor... Qué bello es vivir, tanto...

D3MIO.-
Uno de los días con recorrido más corto, nuestra intención es llegar para la hora de comer a Budapest y dedicar la tarde para ver la ciudad.
Amanece lloviendo, por lo que la opción de carretera de doble sentido la obviamos por seguridad y decidimos hacer el trayecto por autovía.
Al pasar la frontera, de nuevo hay que realizar la compra en una gasolinera de la viñete, en este caso no te dan sello identificativo, solo un recibo para enseñarlo si te lo reclama la policía.
Mucha mucha mucha agua, íbamos protegidos, pero eso no impide que coja un catarro que me durará un par de días, con el consiguiente bajón.

Etapa 06, Budapest - Sapanta (426 Kms)

Tacirupeca.-
Sexto día en ruta hacia Transilvania: desde Budapest a Sãpãnza en Rumanía.
Hoy luce el sol en una Budapest bañada por el curso arremolinado del Danubio, la ciudad nos guarda sorpresas si somos capaces de impregnarnos de su belleza más allá del fulgor de tiempos que no volverán... De arquitectura Transilvania, el castillo de Vajdahunyad* te hechiza con sus mimosas sinuosas besando las verdes aguas de ese lago espectral... Pasear por bullicioso Mercado Central que fue bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial, es un placer para los sentidos... el olor a dulces recién salidos del horno se entremezcla con las frutas de la pasión y el fuerte aroma de la paprika en una sinfonía de colores y sabores que nos agitan ante el vocerío potente de los comerciantes que cantan sus mercancías ante los ojos redondos de los visitantes... Todo era luz en una mañana que se había cenado las copiosas lluvias del atardecer... Budapest huele a limpio de tormenta de verano... Dejó caer una mirada de soslayo y empezamos a rodar por las inmensas planicies de la Gran Llanura húngara salpicadas por haciendas y fincas campesinas donde fluye la vida cotidiana rural... Son tierras de trashumantes donde los jinetes pastorean grandes rebaños de vacas grises y cuernos infinitos... Son estepas abiertas como un sol espacioso y ancho... Pasados más de cien kilómetros de marismas ocultas por los juncos donde los pescadores buscan preciados tesoros en forma de pez llegamos a la esperada Rumanía, por fin. Los pueblitos se hacen más rurales, crece el maíz y se mueren los girasoles entre nubes de gorriones que revolotean como enjambres esquilmando las cosechas. Los laterales de la calzada se pueblan de tenderetes familiares a las puertas de sus casas donde ofrecen lo mejor de su huerta... Cae la noche, casi todas las casitas a medio terminar poseen un banco que mira a la carretera... suelen ser de madera, forjados en hierro o una simple tabla apoyada en ladrillos o cemento según las posibilidades de cada humilde hogar... Las mujeres mayores y los niños se sientan a mirar y conversan con las vecinas el acontecer del día... me suena tan familiar cuando mi abuela sacaba la silla a la puerta y se abría un libro de historias orales que aún puedo rememorar... Entramos en el frío bosque del Condado de Maramures y se hace un silencio ensordecedor, se me eriza la piel y quiero salir de allí... Más de veinte kilómetros en la oscuridad callada me alertan atropelladamente de que el viento susurra suspiros ininteligibles... Le retorcemos la oreja a La Taca y llegamos sanos y ateridos a Sãpãnza... Lo que hace la sugestión y la sensibilidad, esta aventura promete.

D3MIO.-
Amanece soleado y nos movemos recorriendo carreteras con rectas interminables y campos sembrados de cereales hasta donde se pierde la vista, muy monótona la jornada. Ya deseando de entrar en Rumanía entre paradas y descanso se va alargando el día y cuando llegamos a Sapinta era noche cerrada, aunque es la tónica en nuestros viajes, salir temprano y llegar tarde, aprovechando al máximo todas las horas de luz posibles.

Etapa 07, Sapanta - Valea Punei (185 Kms)

Tacirupeca.-
Séptimo día en ruta hacia Transilvania: desde Sãpãntza A Valea Putnei, Rumanía.
En un día radiante con rachas de aire frío que barruntaban la tragedia italiana, hemos recorrido la región de Maramures y Bucovina. Una región húmeda y desgarbada en la que dios tiene una presencia evidente por la abundancia de iglesias y monasterios que crepitan por todos los rincones...
Nos levantamos cerquita del cementerio alegre de Sapanta, único en el mundo. Su desafiante autor, Ion Stan, diseñó su propia cruz ironizando sobre la muerte y sus quebrantos creando tendencia. El cementerio sonríe entre vivas pinturas de colores sórdidos absolutamente improcedentes para la muerte, epitafios alegres que narran las aficiones de los difuntos y hasta nos explican con detalle a qué se dedicaban y cuáles fueron las causas de sus muertes… volvemos a rodar entre praderas de verdes refulgentes junto a bosques imposibles, la luz se filtra entre las flores silvestres aromatizando el paisaje a su antojo... Un ciervo saborea los frescos pastos ausente....Visitamos altivas iglesias de madera que huelen a resina y velas, iglesias vacías cuyos campanarios tocan las puertas del cielo... Por respuesta... el viento... Evidencian un encanto singular... Emplazadas en medio del paisaje montañoso se enmarañan en el corazón de los bosques.
Maramures es un museo al aire libre donde sus gentes trabajan en talleres artesanales con el sosiego propio quien vive dentro de la calma sin más lujos que el agua fría de la montaña.
Me resulta increíble contar cinco templos pretenciosos en pueblitos de no más quinientos habitantes en los que las casas se organizan en hileras de dos o tres filas, tejado con tejado, siguiendo el trazado serpenteante de la carretera... La gente es sencilla y amable, sus miradas se elevan al cielo cuando preguntas por dónde queda esto... responden... yo sólo hablo rumano... pero es tal la sinceridad de su sonrisa que no importa ¿qué más da?. El tiempo se queda enredado en sus conversaciones infinitas, en cómo siegan la hierba con sus hoces desdentadas, cómo susurran a sus vacas mientras las conducen pacientes en el mismo filo de la calzada... Y Nos topamos con los monasterios, joyas del arte bizantino fiel a su arquitectura Moldava del siglo XV, de Moldovita* y Voronet*... y quedó prendada, el tiempo muere en mis ojos contemplando sus paredes pintadas con la maestría de quién quiere provocar el más terrible de los miedos ante demonios infernales o disfrutar de la Paz de los cielos... Dentro se respira santidad de aquellos fieles que necesitan reconfortar la conciencia o la paciencia para sobrevivir en interiores oscuros, ventanucos mínimos y frescos sobre un fondo azul de lapislázuli donde los demonios luchan con aquellos ángeles alados que intentan expulsarlos del lugar sagrado junto a un grupo de malhechores que esperan el juicio final representado por una balanza... mientras un río de fuego se lleva a los pecadores... Qué pena que nos hayan dejado bastantes!
Cayó la tarde como un rayo y el termómetro empezó a bajar desaforado así que GPS en mano pusimos rumbo a nuestra casita Lía donde nos esperaba una sopa moldava muy sabrosa con verduras, bacon y un picante que provoca hipo... para bajar la comida nos trajeron un vasito de Țuică, un fuerte licor de frutas de la región que deja al orujo blanco al nivel de principiante para jóvenes aguerridos... Ahora toca descansar, mañana Transilvania nos espera...

D3MIO.-
Vamos andando al cementerio alegre, dejando #LaTaca y el equipaje en el hospedaje.
Hoy la carretera se hace muy incómoda cuando termina el día pienso que como sea toda la semana así menudo viaje vamos a echar.
La carretera ha sido un parcheo continuo hundimientos por un lado y pepinos por otros, el cansancio se acumula con los días, pero este tipo asfalto aumenta si cabe de forma exponencial el cansancio de los viajeros.
Empiezan a sucederse subidas, bajadas, curvas y más curvas, unas carreteras metidas entre bosques profundos, pero el asfalto no te permite disfrutar todo lo que quisieras.

Etapa 08, Valea Punei - Sighisoara (308 Kms)

Tacirupeca.-
Octavo día en ruta hacia Transilvania: desde Valea Putnei a Sighisoara.
Nos levantamos en casa Lía donde nos esperaba un contundente desayuno Moldavo a base de panceta, patatas horneadas y chorizo frito que elevó el nivel de colesterol y energía a índices insospechados. La Taca nos esperaba ansiosa para cabalgar una desconocida ruta para moteros "de fuera" que nos indicó el dueño de la casa desde Pojorâta a Chiril y que ha resultado bellísima. Allí entroncamos con nuestra ruta planificada y después de más de cien kilómetros de curvas y asfalto adverso entramos en la garganta del Bizcaz, una puerta natural de paso obligado entre las regiones de Moldavia y Transilvania donde las rocas se estremecen para abrir paso en la montaña y un arroyo de aguas semibravas talla recovecos con forma de vientres maternos en la fría piedra de antaño, provocando formaciones montañosas y paisajes extraordinarios.
Nos adentramos siguiendo la sombra del vampiro en Los Cárpatos, una de las cordilleras más desconocidas y hermosas del viejo Continente. Sus carreteras sinuosas y agrestes se retuercen entre bosques de abetos centenarios que aúllan bajo el viento del norte... Todo es luz y es vida, es oscuridad y temor a lo desconocido... La luz dibuja formas etéreas que nos persiguen a pleno día entre los troncos cansados de árboles inmensamente grandes... Las nubes se acercan al suelo para besarlo y se refugian en los ríos de barro que bajan de las entrañas de la roca empujando todos los puentes a su paso... Hoy la naturaleza nos ha absorbido sin más, ha impregnado nuestra alma de la verdadera esencia de la vida en un país humilde en el que su gente agradece y cuida lo que tiene... Es tan bueno viajar con la mochila vacía de prejuicios que poco tienen que ver con la realidad... Y casi sin darnos cuenta llegamos a la ciudad mediaval de leyenda Sighisoara, abrigada por un muro compacto de casi un kilómetro. Sighisoara fue la cuna en 1428 de Vlad Tepes, el mismo que inspiró el personaje de Drácula y donde ciertamente reinó el terror. Pero el Drácula real fue muy diferente al idealizado por el escritor Bram Stocker y desde luego nada romántico ni seductor. Vlad III, más conocido como Vlad Dracul o Vlad Tepes "El empalador", fue príncipe de Valaquia y aterrorizó a sus súbditos con asesinatos en masa. Se cree que liquidó a más de 100.000 personas y que disfrutaba asistiendo a muertes lentas que incluían torturas, descuartizamientos y sobre todo empalamientos, de donde le viene su siniestro apodo, pero no parece probable que mordiera cuellos. Fue un tirano y un guerrero cruel pero no un vampiro. Vlad no bebía la sangre de sus víctimas sino que llenaba recipientes con su sangre y mojaba el pan en ella cuando comía. Una de sus aficiones era invitar a algunas personas odiadas a su mansión, darles un gran banquete y luego empalarlos allí mismo. Después, terminaba su comida y mojaba el pan en la sangre de los invitados... Todo un honor...
Esta apacible ciudadela medieval reposa el peso de su leyenda que podemos dejar a un lado como simple anécdota y sucumbir a su belleza simplemente caminando por sus estrechas calles empedradas de casas acuareladas contemplando como el sol potencia al atardecer la torre del reloj, oscurecen las lápidas del viejo cementerio o percibimos de soslayo el susurro de nuestro nombre tras el delicado aleteo de una capa roja al doblar el arco de la torre del castillo entre las decenas de pasadizos.... La sombra del vampiro es alargada... y mi imaginación también, seguimos suspirando ante la vida...

D3MIO.-
Nada que ver con el día anterior!
Por la mañana me comenta el dueño del hospedaje que cerca de ahí se coge una carretera alternativa a la que teníamos planificada con uno de los puertos más famosos de Rumanía, la “Transraraul” y merece la pena hacerla.
La carretera se encuentra recién asfaltada, lista para divertirte con las curvas y los paisajes, valles y ríos. Al principio muy ancha y con un arcén bastante decente, con curvas de horquilla cada 400 o 500 metros para pasar después a una carretera algo estrecha, pero muy bien asfaltada y peraltada, las vistas merecen la pena parar la moto para contemplarlas.
Uno de los mejores días.

Etapa 09, Sighisoara - Bran (139 Kms)

Tacirupeca.-
Noveno día en ruta hacia Transilvania: desde Sighisoara a Bran, Rasnov y Brasov.
Transilvania es un lugar evocador del romanticismo más oscuro como pocos, con montañas que susurran, espeluznantes castillos góticos, iglesias fortificadas, pequeñas aldeas que protegen sus hogares clavando una cruz en sus puertas cerradas a cal y canto en las noches de luz de luna y grandes cristos de madera crucificados vigilando los cruces de caminos y las cosechas de las criaturas que acechan a los que se aventuran más allá del atardecer... En realidad es una evocación muy personal, pero cada detalle que escribo es una sensación muy real a veces y más sutil en otras ocasiones... Es cierto que los lugareños utilizan toda la parafernalia draculiana para sobrevivir con los souvenirs de corazones sangrantes e imágenes de Vlad Tepes. La casa museo de Vlad, es el lugar donde nació el Empalador y donde supuestamente vivió hasta los cuatro años, un edificio encorvado y ocrecino con siglos de antigüedad que no conserva nada de Drácula... en la actualidad es un restaurante nada barato con grabados en paredes y un busto del despiadado príncipe de Valaquia junto a la ventana. El recuerdo más directo a Vlad Tepes es una estatua escondida en la iglesia del monasterio dominico. Rodamos ansiosos a Bran... y guardamos ciento cincuenta personas de cola... Según la historia, en el tormentoso castillo de Bran, Vlad hizo una parada pero nunca fue su residencia. No obstante la marcada silueta del célebre castillo protegido dentro de un bosque de árboles centenarios, con sus torres de cuentos vampíricos elevándose desde lo alto de un risco escarpado entre montañas, desata nuestra imaginación que ya Bram Stocker inmortalizó en su libro sin haber pisado Transilvania ni una sola vez... El castillo de Bran fue construido por los sajones de Brasov para defender el paso de Bran de la amenaza turca y acogió a Vlad durante unas noches cuando escapaba de ellos tras el ataque a la fortaleza de Poienari, su verdadera residencia en las gargantas de Los Cárpatos en Valaquia. Tras visitar el castillo junto a un enjambre humano de todas las lenguas posibles concentradas en un espacio tan pequeño rodamos a la hermosa Brasov, una ciudad creada en el corazón de las suaves montañas erizadas de abetos y adornada por casas ilustres de coloridas fachadas barrocas, cafés bohemios y la bella plaza de Sfatuliu. Su relación con Drácula no fue positiva ya que la ciudad fue víctima de la brutalidad de Vlad por apoyar al príncipe Dan, su principal rival por el poder en Valaquia y en cuya bellísima plaza fue costumbre torturar a los prisioneros como escarnio público y muestra del inmenso terror que Vlad despertaba entre sus conciudadanos... Me ha impresionado su Iglesia Negra, cuyo color se debe a un brutal e intencionado incendio del que pudo recuperarse. Hoy celebraban el primer centenario de la espantosa guerra... Un grupo escaso de Soldados de diversos frentes vestían uniformes auténticos pertenecientes a familiares directos ya fallecidos, desfilaban absortos y perdidos entre los turistas sorprendidos que, como yo, no entendíamos que estaba pasando... Un intenso cielo azul nos ha acompañado vistiendo de luz tanta sombra... Y es que el aire traicionero ventea aromas de sangre bebida a sorbos del placer más infinito para una personalidad sádica... el poder. Vlad murió violentamente en una guerra contra los turcos, fue decapitado y su cuerpo enterrado en un humilde monasterio de la pequeña isla de Snagov... investigadores estudiaron la tumba y encontraron costosos ropajes y un anillo con piedra preciosa que Vlad utilizaba... Pero no había restos de huesos, esto confirma la esencia de su inmortalidad para los amantes de lo oscuro... Yo prefiero respirar vida.

D3MIO.-
Cada día que pasa nos van sorprendiendo más y más positivamente las carreteras que nos vamos encontrando, puertos de montaña, valles y buen asfalto y mucho bosque.
Llegué a pensar, esto parece Suiza pero salvaje.
Hoy vamos con la ilusión de visitar el centro de nuestro viaje, el Castillo de Drácula.
Una gran desilusión, está todo preparado para el turismo y el castillo tiene poco en referencia a Drácula.
Llegamos a Bran a media mañana, visitamos el castillo y la tarde la dedicamos a ver y pasear por Brasov, donde nos encontramos con una conmemoración de la I Guerra Mundial.

Etapa 10, Bran - Sibiu (262 Kms)

Tacirupeca.-
Décimo día en ruta hacia Transilvania: desde Bran, Curtea de Arges, la Transfagarasan a Sibiu.
Partimos de Bran para recorrer desde el sur, a través de Curtea de Arges, la que puede ser la carretera más espectacular de Europa, la Transfagarasen. Hemos disfrutado de más de cien kilómetros de curvas imposibles de esta magna obra de ingeniería, construida en uno de los lugares más bonitos de Transilvania, Los Cárpatos. Hoy ha sido un día de naturaleza efervescente y mucha moto. La Taca ha demostrado casta, empujando en cada curva con ansiedad para devorar las eses diseñadas por un ingeniero bastante audaz... Hemos accedido desde el sur por el bonito pueblo de Curtea de Arges donde nos ha sorprendido su catedral ortodoxa porque a pesar de ser pequeña, las torres exteriores retorcidas como el Baldaquino de San Pedro compensan sin duda el espacio reducido. Empezamos a motear y nos cruzamos con la imponente fortaleza muy derruida de Poienari*, la verdadera residencia de Vlad Teples... nos resignamos a visitarla pues sus más de 1488 escalones y dos horas de subida equipados con los trajes de moto nos hubiera dejado ahogados a medio camino. Surcando cada curva entre los espesos bosques de los imponentes Cárpatos llegamos a la inmensa presa de Vidraru, donde los lugareños gustan de subir en sábado para pasear en barco y almorzar en los pequeños restaurantes que hoy estaban saturados. Hemos preferido seguir, a pesar de que el hambre hacía mella, para rodear el lago a pie de agua y ver cómo la bruma flotaba suspendida a medio metro de este mar dulce... Viajar por Rumanía es vivir la esencia de un país que aún no ha despertado al turismo voraz, a veces algo desorganizado pero a mí me encanta, conserva la capacidad de sorprenderte en bruto, sin pulir... Seguimos rodando y llegamos a los kilómetros más divertidos de la impresionante Transfagarasan... apretando dientes nos adosamos a la moto como un componente más y empieza la diversión con una parrillada de curvas entre bellas cascadas de aguas gélidas, imponentes montañas que nos dejan sin respiración... Al terminar la sesión tuvimos que bajarnos de la moto, serenar el corazón y reabsorber las emociones vividas... cuánta paz nos invade cuando la adrenalina ha rebasado todos los límites de la razón... y ya entrada la noche llegamos a Sibiu en cuya Plaza central se celebran una fiesta medieval que alegraba los sentidos... Un tapeo ligero y a seguir soñando en el camino... somos un mundo en nosotros mismos.

D3MIO.-
Otro día esperado, LA TRANFAGARASEN, NOS ESPERA.
Son unos pocos mas de 90 kilómetros los que recorren esta carretera la “7C” que empieza en Ivancea y termina en Cartisoara.
Vais a encontrar de todo, subidas, bajadas, curvas abiertas, cerradas, doble curvas, entrelazados…. de todo.
Para mí, lo que le sobra es tráfico, excesivo para el tipo de carretera que es, lo que no te permite disfrutar de la moto en las condiciones idóneas. Por suerte en su mayor parte del trazado el asfalto es bueno o aceptable, solo algún tramo parcheado pero los menos.

Etapa 11, Sibiu - Drobeta (338 Kms)

Tacirupeca.-
Undécimo día en ruta hacia Transilvania: desde Sibiu hasta Drobeta, junto a la frontera con Serbia.
Nos levantamos para desayunar en el magnífico casco antiguo de Sibiu, un conjunto de callejuelas adoquinadas, puentes, arcos de piedra, pasadizos y hermosas casas señoriales que se organizan en torno a dos plazas la Piaţa Mare (Plaza Grande) y la Piaţă Mică (Plaza Pequeña). La Plaza Grande es una inmensa plaza peatonal que recoge algunos de los edificios más importantes de Sibiu y en donde se organizan grandes eventos, ayer pudimos disfrutar de un concierto de música celta y la decoración típica de una feria medieval. Resulta muy divertido que en el centro de la plaza se activen una fuente con unos chorros de agua que se impulsan directamente desde el suelo y que sirve de regocijo de pequeños y mayores cuando aprieta el calor pero también de las palomas que abren sus alas para refrescarse mientras juegan entre ellas al pilla pilla.
Al final de la plaza pequeña, en uno de sus laterales, nos topamos con el famoso Puente de las Mentiras, fue el primer puente de hierro fundido construido en Rumanía y siempre está adornado con guirnaldas de flores frescas que le dan un toque romántico muy especial.
Al girar hacia la catedral observamos un curioso tronco de madera con una gran variedad de clavos incrustados de todas las formas y tamaños posibles. Parece que es el emblema de la Casa Calfelor que pertenece a una asociación de artesanos que viven y trabajan como antiguamente: solo usan herramientas básicas, visten ropas de otros tiempos y no cobran por sus trabajos, lo hacen a cambio de cama y comida.
El toque especial en esta ciudad lo ponen sus casas con ojos vigilantes y absorbentes, son casas inquietantes con interesantes historias tras sus muros que te miran y analizan allá por donde camines sintiéndote observada... Decidimos rodar en dirección a Hunedoara para visitar el monumental castillo de Hunyad* también en Transilvania. Es un castillo gótico de corte imponente en el exterior... pensé que la hora de más con la que el GPS nos había sancionado, quizás por las carreteras de vértigo de ayer, había merecido la pena... El castillo se eleva sobre un puente de madera que lo hace inexpugnable resguardándolo de asedios y villanías atroces. Sus enormes torres se arman como gigantes de piedra dispuestos a defender a sangre y fuego la seguridad intramuros y su elevada altura lo aísla entre brumas de guerra con sabor a venganza... Parece ser que el castillo conecta con nuestro buscado Vlad Tepes, Drácula... el principe empalador artífice de las peores crueldades. Parece ser que el castillo tuvo función de cárcel y se cree que Vlad estuvo recluido en él durante varios años... Sinceramente, el castillo me ha decepcionado bastante ya que se encuentra muy reconstruido en su interior y apenas alberga muebles en las estancias que nos permitan imaginar sus vivencias en tiempos de mucho frío y dolor. Salimos y antes de terminar el trazado lineal de este pueblito nos topamos con un barrio residencial de altos vuelos o niveles adquisitivos en los que las Villas son de colores estridentes y los tejados se cubren con unos alares de latón que les confieren un toque muy oriental... Ver para creer y para disfrutar... Empezamos a rodar por una preciosa y fresca carretera que nos ha llevado hasta la frontera con Serbia...

D3MIO.-
Una vez cubierto los objetivos nos resignamos a que comienza la vuelta y seguramente os pase a vosotros, que ya no ves la situaciones de la misma forma, entiendes que vuelves a la vida real de una manera pausada.
Día de transición hubo un "problemilla" con el GPS, varié la ruta a mano y nos hizo dar un rodeo que no lo teníamos completado y que nos alargaría el día, pero sin embargo nos llevó a un castillo que aunque lo teníamos contemplado en los planes de viaje iniciales, no teníamos planteada su visita.

Etapa 12, Drobeta - Belgrado (253 Kms)

Tacirupeca.-
Décimo segundo día en ruta hacia Transilvania: desde Drobeta, junto a la frontera con Serbia hasta Belgrado.
Cruzamos la frontera de Serbia en una mañana luminosa que ya aventuraba calor. En control de pasaportes no tenían el día como para farolillos y un grupo de moteros pasados de soltura se vieron sorpresivamente reprendidos por una policía serbia de dos metros por uno que espetó, con gestos grandielocuentes, a un motero y su máquina a volver a la cola de coches sin más zarandajas. El muchacho cincuentón bajó la cabeza y se recolocó en la fila, creo que algo abochornado, eso sí, al salir retorció el acelerador y en segundo y medio el horizonte se lo había tragado...
En breves kilómetros empezamos a rodar por una sinuosa carretera que bordaba el Danubio con todo se esplendor. Un río de ríos que se pertrecha tras las Puertas de Hierro... Son una garganta o cañón natural que conforman parte de la frontera entre Serbia y Rumania abarcando una ruta de 134 kilómetros de placidez absoluta tan solo herida por las ranas juguetonas que saltan de los nenúfares para evitar ser engullidas por las garzas... Vamos cabalgando vientos húmedos mientras las montañas de roca viva se tumban a la orilla del río hundiendo sus zarpas de oso en las verdes aguas amansadas por un sol de justicia. De pronto, en una garganta enrocada aparece la imponente fortaleza medieval de Golubac... A lo largo de la historia, por Golubac* pasaron varias culturas y civilizaciones romana, los otomana, austríaca o serbia siendo objeto de varias contiendas bélicas para conquistarla que provocaron su terrible deterioro... Continuamos disfrutando del río de vida, de sus farallones rocosos y sus orillas mansas... De su fuerza y luz hasta que en un pueblito lleno de barquichuelas pequeñas gira su dirección y nos abandona sin despedirse... Ciento cincuenta kms de sol y huertas nos aguardan hasta que Belgrado asoma sus ojos desde ese río que se hace mar en esta ciudad de contrastes... Belgrado es una ciudad que está en permanente reconstrucción después de haber sido destruida en cuarenta y cuatro ocasiones... En sus calles conviven los edificios más vanguardistas con edificios de la arquitectura comunista yugoslava con sus fachadas infectadas de aires acondicionados que vierten todo el dolor hacia afuera... Nos pasamos a ver las ruinas del antiguo Ministerio de Defensa y sede del Estado Mayor Yugoslavo, bombardeado en el 99 por la OTAN. Se conserva tal y como quedó, una herida de guerra abierta para no olvidar aquellos terribles acontecimientos. Ver esa gran mole de hormigón semiderruida en plena calle nos dejó sobrecogidos, sin voz. Los escombros vergonzantes encuerdan la humillación al olvido para que después de diecisiete años sigan en pie como testigo mudo de aquella barbarie que mutiló los. Cuerpos y las almas de pueblos que hoy ya no quieren mirar atrás. Cae la tarde y subimos a la fortaleza de Kalamejdan... es reconfortante ver a los jóvenes contemplar la puesta de sol sobre Belgrado mientras enlazan sus manos y se prometen amor eterno... A lo lejos... el Danubio se funde en un beso apasionado con el río Seve apagando la noche y encendiendo los sueños...

D3MIO.-
Cogemos la ribera del Danubio una vez pasada la frontera con Serbia, dirección Belgrado.
Una ruta que merece la pena hacer, realizas un recorrido junto al gran rio durante más de 100 kilómetros, en donde la carretera sube para que veas el rio desde las alturas y el horizonte y baja para circular a la misma orilla.
La tarde fue para ver Belgrado, ojo con los raíles del tranvía, en este caso en uno de los puentes, era de noche y no nos dimos cuenta al volver al hotel, nos metimos en un puente de doble sentido, unos 500 metros y dos vías de tranvía en cada dirección. Las vías estaban en el centro de cada carril y apenas dejaban espacio para la rodada de la moto, con el agravante de que el asfalto estaba ondulado…. Mal, muy mal…

Etapa 13, Belgrado - Droboj (236 Kms)

Tacirupeca.-
Décimo tercer día en ruta destino Transilvania: desde Belgrado a Doboj en Bosnia.
Nos levantamos con un día fresco y despejado que nos invita a dar un tour motero por Belgrado a plena luz de las emociones... Y repasamos las imágenes noctámbulas del atardecer pasado. La ciudad cobra una vida más marcada por lo cotidiano de sus edificios de formas angulosas, los inmensos parques brotados donde hubo desolación y del carácter orgulloso y altivo de este pueblo que se siente incomprendido... Quizás hoy me he sentido un poco molesta y no he conseguido ser absolutamente objetiva con Serbia, mi curiosidad a veces insana me ha llevado a rememorar la maldita guerra de los Balcanes, una tremenda contienda bélica apenas a dos horas de avión de nuestras casas, en la que se pretendió anular la diversidad de etnias situando a la religión como brújula y baluarte para unificar a golpe de bombas, balas y morteros la personalidad de un país... esos modo ya me sonaban de otros tiempos no tan lejanos en los que tener los ojos azules y el cabello rubio era un salvoconducto a la vida... Ha llegado un momento en el que he necesitado respirar y cabalgar los mares de maíz que ocupan las llanuras de lo que fue un país multirracial donde la tolerancia y confluencia de culturas enriquecían un país que ahora dividido, se cae a trozos entre capas de arena... Salimos rumbo a Bosnia Herzegovina y apenas diez kilómetros cruzada la frontera se nota el resurgir de un país con fuerza.... No puedo evitar mirar casas fantasma a la orilla de la carretera que lamen sus paredes heridas a base de cemento para tapar las balas incrustadas y recubren el alma dolorida de lo que fue un hogar con capas de pinturas coloridas que aportan un tono cromático excesivamente intenso. Bosnia progresa, su gente te sonríe a la altura de los ojos y busca tu conversación curiosos por saber qué piensa España de ellos... Soy incapaz de responderle que poco más de lo que nos muestra la tele, sería muy injusta con ellos. Me invade una sensación de agobio permanente de haber visto, en general, tantas iglesias, monasterios y mezquitas por kilómetro cuadrado, no creo que haya tantos fieles para llenarlas y siguen construyéndose más y mejores, para atrapar en la telaraña de sus altavoces el tesoro de la fe del pueblo... Me preocupa que apenas vea colegios ni hospitales... Pero el pueblo es sabio siempre y sabe elegir lo que quiere... Me quedo con los bosques cerrados con olor a madera mojada en las tormental Bosnias, con los cementerios nunca olvidados que se derraman por montañas y valles, trepando como hiedras blancas en el verdor presente de la floresta salvaje... En el cielo aparece una nube extraña que irradia lúz entre sus dedos de seda y el aire fresco de la carretera agudiza los sentidos del corazón entre curvas y ríos, entre la fauna agreste que se asoma en los remansos de la carretera para saber si vas... o vuelves.... Me sigue imponiendo pensar la crueldad de una guerra civil en la que hermanos de sangre luchan para protegerse o matarse... Es bueno viajar para conocer y ampliar la mente, para traer los bolsillos cargados de vivencias buenas o menos buenas, pero siempre vividas y no olvidar la historia para que no se repita... Me gusta estremecerme ante lo que veo y siento porque es un indicador efectivo para saber que los medios de comunicación no me han anestesiado... Yo vivo, tú vives y todos vivimos aquí, en un maravilloso planeta común llamado tierra... Tanto camino por descubrir...

D3MIO.-
Otro día de transición sin más interés que el recorrer kilómetros para salir de Serbia y entrar en Bosnia-Herzegovina.
Solo decir que las carreteras en Serbia dejan mucho que desear, este país como sus vehículos, aún se encuentran en tiempos de la antigua URSS.
Pasada la frontera avanzamos por una carretera donde se ve perfectamente el avance de los serbios sobre Bosnia y que en los poblados que vas atravesando, ves los desmanes que se produjeron.
El cambio de sociedad de una parte de la frontera a otra es palpable a simple vista.

Etapa 14, Droboj - Split (309 Kms)

Tacirupeca.-
Décimo cuarto día en ruta hacia Transilvania: desde Doboj en Bosnia hasta Split en Croacia.
Hoy amanecía lo que pensaba sería un día de transición para llegar a Split en Croacia y enlatarnos en el Ferry que nos llevaría a Italia... Pero Bosnia me sigue tocando el corazón y la conciencia... Es un país enormemente bello, lleno de contrastes entre sus bosques prietos y las maizales abiertos en un mundo de girasoles mansos... Sus ríos son plácidos o bravíos, de espumas de mar o de algas, de cielos intensos y amenazadores que emanan esa suave brisa que te besa al oído susurrándote recuerdos y nostalgia... Entonces siguen apareciendo ellos... Los cementerios de plata que acarician las laderas empinadas de las frías montañas, que rodean las ciudades, que crecen como azucenas en los patios de las casas y sienten... Te llaman... No te infunden miedo a la muerte cansada, te provocan respeto, recogimiento, un sentimiento de rabia que grita reflexión desde las entrañas... Paseo sin rumbo fijo en los campos desolados repletos de casas muertas que chillan en la soledad callada, sus paredes heridas sin más sutura que la paz del alma son testigos mudos del horror. Me acerco recogida entre mis propias manos y siento en la puerta la patada del soldado que a ráfagas sesgó la vida de quienes allí moraban.... Te imaginas? sentado en casa mientras tus hijos alborotan la chicha calma que precede a la maldita tormenta de esa guerra despiadada? No podemos olvidar a esta gente que vimos morir en la tele, su historia se narra a través de sus casas bombardeadas que permanecen en los campos de un dios que miró hacia otro lado, los enormes cementerios que desfilan como fantasmas clavados al alba mirando hacia la Meca sin ver nada... Un país en el que él hambre era más fuerte que el miedo y cavaron el túnel de Sarajevo para sobrevivir... Y yo me pregunto... ¿dónde estaba el resto del mundo mientras el infierno se encontraba a dos horas de avión de nuestras casas?... Por respuesta el silencio...
Cabalgamos en la Taca mirando atrás, con la conciencia empañada y miles de preguntas en la mochila para las que necesito respuestas que justifiquen mis lágrimas cuando caminé a solas entre sus balas... Tropezamos con Travnik, un pueblito arropado por un riachuelo travieso que juega con las coloridas carpas al escondite mientras los niños aviesos buscan caracolillos blancos entre los helechos de su pelo... Llegamos a Split y todo cambia, es luz de luz, la gente se alborota en sus tiendecitas de souvenirs refinados, con risas contagiosas que me evaden por un instante del cansancio mental y observo distraída como dos fornidos romanos posan con un grupo de chicas mientras una señora mayor me pide que le haga una foto robada con los mozalbetes que la pensión no da para propinas... Una hermosa puesta de sol me embarca, el color anaranjado del ocaso infantil ventea aromas de sal en mi infancia y recuerdo como mi padre me enseñó a nadar... Quizás antes de caminar...

D3MIO.-
Avanzando hacia Split (Croacia) donde cogeremos un ferry que nos traslada a Ancona (Italia)
Carreteras buenas, bien asfaltadas y señalizadas, el calor se va notando conforme nos acercamos al Adriático.

Etapa 15, Ancona - Civitaveccia (393 Kms)

Tacirupeca.-
Décimo quinto día en ruta Transilvania 2016: Desde Ancona a Civittavequia pasando por Roma.
Hoy ya es día de regreso, esta noche navegamos en barco hasta Barcelona donde esta aventura cierra página en mi verano. No he podido evitar volver una y otra vez a la inmortal Roma, el tiempo ha sido generoso y nos ha ofrecido un día soleado y fresco... ¿Qué más se puede pedir? que la Fontana de Trevi no esté en obras, que no haya cola en la Boca de la Veritá, que vaya a San Pedro y allí esté el Papa, que consiga fotografiar el Castelo de San Angelo sin coches, que la plaza Navona esté despejada de mercadillos o que el Panteón no esté saturado... He debido ser muy buena porque todo ha sucedido... Esta mañana empaquetábamos La Taca para iniciar el regreso, un viento alegre alborotaba los pensamientos entre los bosques que ya barruntan el otoño amarilleando pinceladas de oro en el follaje. Roma nos esperaba impaciente, llegamos a la Piazza Navona y el arte se derramaba de fuentes barrocas que fluyen entre peces con patas y cola de león... Seguimos una ruta prefijada en la memoria que marca cada rincón que avanzamos, cruzamos, la segunda calle a la derecha, todo recto y el corazón se lanza al vacío de las sensaciones... Dobló la esquina y ahí estaba esperándome, no podría decir cuando me enamoré de él, quizás un día en el que un rayo de luz iluminó su imagen en mi libro de historia cuando las pelusas de los sueños entran por la ventana... El Panteón... caigo estremecida ante esta obra de arte, no logro explicar la sensación de sentirla mía, de acariciar con delirio sus descomunales columnas de granito con más de dos mil doscientos años de historia... Sigue ahí, presente en el tiempo eterno que no pasa más factura que la huella de mi mano conformando sus líneas deformadas. La pasión por el arte es uno de mis secretos menos guardados y Roma me provoca revolotear una y otra vez en idas y venidas como esas mariposas noctilucas que chocan con el cristal de la noche... Seguimos avanzando y llegamos a la recién restaurada Fontana de Trevi con sus caballos agitando las crines espesas entre alegorías de tritones que posan como advenedizos ante el ingente público asistente... La gente lanza sus monedas al aire provocando la esperanza de volver, mientras en la esquina de la colosal fuente un zagalillo de nos más de siete años recolectaba ajeno a las miradas... todas las perrillas que estaban a su alcance, incluso buceando con sus mofletes de manzana en el agua recién bañada. Nos acercamos al Arco de Trajano y al Coliseo, me sorprende la cantidad de policía y ejército metralletas en mano... Impresionan sus facciones serias y adustas, sus miradas de gavilanes olfateando el horizonte con objetivos marcados... nos echamos las típicas fotos y nos marchamos del enjambre, las aglomeraciones nunca me han gustado... Y vamos a San Pedro, todo está precintado impidiendo el tránsito de coches, menuda suerte... Ni siquiera hay colas para entrar en la basílica aunque se percibe un exceso de seguridad... Nos miran las mochilas y pasamos... entramos y se estaba celebrando misa, nos desplazábamos en silencio para no molestar mientras reflexiono interiormente sobre la acumulación excesiva de riqueza de quién debería está para servir a quien lo necesita... de pronto escuchamos una voz cercana, pensé que era un sacerdote amable pero al acercarme pude distinguir que era el Papa Francisco. Daba la misa en italiano, su tono de voz era cálido, calmado y sencillo como el arropado de una madre cuando hace frío. Al terminar salió muy escoltado y creo que afligido, su cara no era de tranquilidad, imagino que llevar sobre su espalda la fe del mundo es una responsabilidad y a veces una gran carga... La Plaza de San Pedro estaba preparada para un gran acontecimiento: la canonización de la Madre Teresa de Calcuta... un ser humano en mayúsculas.
Mi día ha sido un paseo fresco por el arte embebido en cada rincón de la bella Roma, he disfrutados de los angelotes sonrosados, ligeros como un suspiro, de la iglesia de San Ignacio de Loyola cuyos frescos en el techo son de una armonía sublime incrustada en sus trampantojos de libro. Un punto y aparte cierra este viaje que me ha hecho reír, llorar, sorprenderme, comprender y disfrutar... un aventura más que se cierra pero tengo tantos deseos de abrazar mi casa...
Gracias por compartir conmigo esta experiencia un año más... Nos vemos en la próxima casilla de salida ;)

D3MIO.-
Siempre que cogemos un ferry en Civitavequia procuramos dejar el día para visitar y descubrir nuevos rincones de Roma.
En este caso habíamos desembarcado a las 7:30 en Ancona, así que en poco más de tres horas cogiendo la autopista de peaje nos poníamos en la ciudad del coliseo.

Etapas Finales (2), Barcelona - Valencia / Valencia - Granada (889 Kms)

D3MIO.-
1.-
El Ferry tenía la hora prevista de llegada a Barcelona a las 18:30 y Tacirupeca su vuelo con dirección a Granada salía a las 20:20. Por suerte esta naviera es bastante puntual, que aunque hubo un retraso de unos 15 minutos el desembarco fue rápido y el aeropuerto del Prat está muy cerca del puerto, por lo que en un momento estábamos en la terminal. Me esperé un poco hasta que me llamó para confirmarme que estaba en la puerta de embarque.
Ya terminadas las prisas, comencé la andadura hacia Valencia para alojarme en el mismo hotel de la ida.
2.-
Poco que reseñar, la misma carretera de ida y llegada a casa después de comer, para echar una siesta y recordar todo lo vivido.

DATOS

Kilómetros recorridos en moto: 6.382
Gasolina: 398€
Hoteles: 475€
Ferrys: 923€
Gastos generales (compras, alimentación, peajes): 800€
Cifras aproximadas, ya que no he llevado un control exacto del gasto en gasolina ni en gastos generales.
Los Ferrys, nos dan la posibilidad de trasladarnos mientras dormimos, aprovechando al máximo las horas inertes y de descanso para avanzar.
Al principio de tus viajes eres reacio a coger este medio de transporte, pero cuando ya has pasado varias veces por un recorrido determinado y tienes esta opción, lo agradeces muchísimo (Ojalá hubiera línea de Granada a Barcelona), no dudaría un momento en realizar el recorrido en Ferry.
Os adjuntamos en el apartado de enlaces dos buscadores de travesías en ferry, son las que mas uso para planificar nuestros viajes.

HOSPEDAJES

En la mayoría de los hospedajes hemos optado por habitaciones de alquiler con baño privado en viviendas particulares o también conocidos como B&B. A parte de que rebajas considerablemente el gasto en este apartado, te integras por unas horas en la vida cotidiana de la gente que te aloja y puedes tener una percepción más cercana del país que estas recorriendo.
Para nosotros había unas premisas muy importantes a la hora de contratar un hospedaje, como he dicho antes el baño debía de ser privado, dentro de la habitación, y que tuviera WIFI gratuito, aire acondicionado, desayuno y parking para la moto.
En el aprtado de enlaces os paso los hospedajes donde nos hemos alojado, dentro de cada enlace podréis encontrar bajo mi Nick un comentario nuestro y la valoración de cada uno.

ALOJAMIENTOS

No podemos decir que nos sentimos decepcionados con la restauración, ya que en la gran mayoría de los lugares la comida, la atención y el servicio han sido excelentes. La comida es parecida a la nuestra, un poco más fuerte de condimentos, pero pronto te habitúas. La dificultad la encuentras cuando te mueves por lugares donde el turismo no es su fuerte y te encuentras con las cartas y menús en el idioma nativo y el servicio no habla otro idioma que el del país, entonces toca el menú del “señalamiento” miras en las mesas de alrededor y señalas los platos que te entran por los ojos. (Excepto Italia, Eslovenia y Croacia)

GASOLINERAS

No hay problemas de abastecimiento, tienes estaciones de servicio de forma generalizada, por lo que el repostaje está garantizado. Tienes en la mayoría de las estaciones surtidores multi octanaje que se suministra en 92, 95 y 98 octanos. El precio es similar tirando a la baja al español.
Precios: El nivel de vida es, en general, más barato que en España por lo que el coste de alimentación, hospedaje y gasolina se reduce considerablemente con la excepción de Italia, Eslovenia y Croacia.

MONEDA

Hay dos países de los visitados que aún perteneciendo a la Unión Europea, no se encuentran recogidos dentro del euro, por lo que aún usan su propia moneda, en el caso de Serbia, al no pertenecer a la Unión Europea, también tiene divisa propia. En ningún caso nos hemos encontrado con problemas de pago con euros, si lo haces en restaurantes u hoteles. Una costumbre mía era la almorzar, pagar con un billete de 50€ y el cambio lo recibía en moneda local con lo que ya dinero del país. Pero ojo, no es una norma generalizada, ya que cuando sales de los circuitos turísticos, en ocasiones son reticentes a coger un billete de 50€, ya que no están familiarizados con este formato y piensan que puede ser falso.

EPÍLOGO

Esperamos que os haya gustado y os pueda ser útil de cara a viajes futuros, hemos intentado trasladaros lo que hemos visto y sentido de una manera sencilla, visual y amena.
Como dice Tacirupeca: “Nos vemos en la siguiente casilla de salida”
PD.: Si os surge alguna duda o tenéis interés por algo en concreto de este viaje me podéis encontrar en el foro de BMWMOTOS (www.bmwmotos.com) bajo el nick "D3MIO" o en mi correo personal: mssgranada@gmail.com
Estaré encantado de responderos a todas las consultas que os surjan.
Saludos.

Compartir Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en Google+ Compartir en Pinterest