Viaje a Portugal 2017

por Juan Luis Pons Gornes 14/11/2017

Este viaje empieza un Jueves día 7 de Septiembre del 2017, comienza a las 9:00 de la mañana en cuanto me subo a la moto y pongo rumbo al puerto de Ciudadela (Menorca) para coger el Ferry de Balearia que me llevara a Barcelona, es una travesía aburrida de 8 horas que ademas hace escala en Palma de Mallorca.
La ruta de este viaje si no hay cambios de ultimo momento queda asi...

Llegamos a la Ciudad Condal un poco antes de lo previsto, lo cual se agradece, ya que para entrar en calor tenemos una ruta de 195 Kms hasta llegar a Fraga (Huesca), ahí tenemos reservada una habitación en el hotel Casanova. Es el único día que tenemos habitación reservada con antelación, ya que de ahora en adelante vamos reservando según transcurre el día.
Una cena ligera y una botella de vino harán las delicias de la primera noche del viaje.

Viernes día 8, hoy es el día mas ambicioso y seguramente el mas largo de todo el viaje, la idea es hacer desde Fraga, hasta el primer pueblo en Portugal entrando por Pontevedra, y su nombre es Caminha, según el Gps salen 985 Kms, yendo por autopista.

Salimos a las 9.00 en punto de Fraga, dirección Zaragoza por la autopista que cruza Los Monegros, después Logroño, hasta llegar a Burgos a la hora de comer, ahí encontramos un bar donde ofrecían menús caseros a un precio interesante, y la curiosidad nos hizo probar, el resultado no pudo ser mejor, alubias con chorizo y morcilla, una hamburguesa con una guarnición de verdura fresca y patatas fritas y un postre delicioso por 9'85€, recomiendo a todos que si vais a Burgos, visitéis el bar "El Sur" justo al lado del mercado y a 150 metros de la catedral.
El día hasta ese momento no marchaba muy bien... llevamos 420 Kms y ya son las dos del mediodía, nos falta mucha carretera aun por delante y la verdad no tenia muy claro si llegaríamos al destino.
Nos ponemos nuevamente en ruta dirección León, hasta llegar a Galicia, para coger dirección Vigo, según las cuentas faltaban 570 Kms. Acordamos hacer paradas cada 225 kms y solamente 10 min de descanso, ademas de incrementar algo la velocidad con el objetivo de llegar esa noche al objetivo.
Sobre las 9 de la noche conseguimos llegar a Seixas (pueblo de la pedania de Caminha), ahí hemos encontrado habitación en un pequeño palacio del siglo XIX, regentado por una pareja joven con mucha ilusión por mantener ese histórico lugar familiar abierto al publico. Realmente el lugar bien merece una visita, ademas del encanto, es asequible y disfruta de unas vistas privilegiadas a la desembocadura del río Miño. El hotel se llama Villa Idalina.

Sábado día 9, después del palizón de Kms de ayer, hoy toca tomárselo con calma, el objetivo de llegar cuanto antes a Portugal ya esta completado, ahora tenemos una semana por delante.
Salimos de Seixas en dirección al siguiente pueblo, apenas 37 Kms nos separan, se llama Viana do Castello, tiene la particularidad que por un lado tiene el río Miño, y por el otro el río Limia(este nace en Portugal) para juntarse y desembocar juntos en el Atlántico. Dada su posición geográfica, en la antigüedad jugo un papel importante para la vigilancia del trafico marítimo, una pequeña muralla y unas garitas son lo único que queda de esos tiempos. También visitamos la iglesia de Santa Lucia, que lucia especialmente bonita ya que había una boda en esos momentos. Por lo demás, es un pueblo turístico, con una gran calle comercial, y una bonita plaza central.

Seguimos adelante en direccion al siguiente pueblo que tenga algo de interes, y no es otro que Barcelos, 35 Kms de recorrido y ya hemos llegado, ademas de tener varios edificios historicos aun en pie, tambien esta en la ruta de los peregrinos que hacen el camino de Santiago desde Oporto.

El siguiente pueblo o mejor dicho en este caso ciudad, es Braga, 23 Kms y ya estamos, esto es otra historia en comparacion a lo que habiamos visto hasta ahora, es una pequeña ciudad, esta algo mas limpia y ordenada que los pueblecitos, tiene grandes plazas y avenidas y muchas, muchas iglesias. Para ver lo mas representativo nos montamos en un tren turistico, y en un corto espacio de tiempo te lleva a los sitios mas representativos y te cuenta la historia. Un gran helado dara por finalizada la visita a esta hermosa ciudad.

Mientras saboreamos el helado aprovechamos para buscar alojamiento en la siguiente parada prevista para hoy, y que no es otra que Guimaraes, esta a apenas 25 Kms.
Nos encontramos con un pueblo acogedor, con muchas calles empedradas y con un casco histórico precioso, bien cuidado, con actividades al aire libre y multitud de terrazas donde pasar un buen rato, la elección de pasar noche aquí ha sido todo un acierto.
Despues de callejear un rato y hacernos la obligada foto a los pies de la muralla donde cuenta la leyenda que Portugal nacio ahi, buscamos un bar donde descansar, para despues ir a cenar. Lo bueno de este Pais es que hasta el momento las raciones de comida son generosas, los precios muy asequibles, y que llevan abundancia de patatas fritas.

Decir a modo de comentario y que me dejo sorprendido es que en todo el Pais, es una hora menos.
Domingo dia 10 nos levantamos sobre las 9 y desayunamos con tranquilidad, nos faltan un par de sitios por visitar de Guimaraes, y hasta las 10 no abren, ademas como estan uno al lado del otro, podemos ir a pie.
El primero en visitar es el Castillo de Guimaraes, data del Siglo X, aunque como es logico durante su existencia a sufrido innumerables modificaciones y restauraciones, a dia de hoy es facil de visitar(entrar solo vale 2€), pero tampoco hay mucho que ver una vez dentro, realmente es mas bonito desde fuera.

Una vez salimos del Castillo a poco mas de 200 metros y cuesta abajo encontramos el Palacio de los Duques de Braganza. Segun se explica en la visita fue construido durante el Siglo XV por el Duque Alfonso I para poderse ver con su amante. Realmente no reparo en gastos, porque es realmente lujoso, esta restaurado de hace relativamente poco, es impresionante de ver, tiene unos techos altos de madera, y unos detalles que hacen que la visita valga realmente la pena.

Una vez concluida la visita a estos sitios, se acaba también nuestro tiempo aquí, así que una vez cambiados de ropa, ponemos rumbo a nuestro siguiente destino, lo tenemos apenas a 50 Kms, y no es otro que Oporto.
Ponemos dirección Oporto por carreteras secundarias, es una ruta cómoda, fácil y visualmente atractiva, la mayoría del camino discurre entre bosques y montañas, la carretera es ancha y esta bien asfaltada. A mitad de camino vemos un restaurante a pie de carretera y el parking lleno hasta los topes, así que decidimos comer ahí, pues mala elección, no daré el nombre del sitio por respeto, y la comida fue buena, pero el tiempo de espera y la mala coordinación en la cocina hizo que mi mujer ya fuera por el postre y yo aun no tenia el primer plato.
Sin apenas darnos cuenta ya hemos llegado (hemos aprovechado en el Rte. para buscar el hotel de esta noche), es algo antiguo, aunque esta limpio y bien situado, ademas tiene parking propio y vigilado.
Salimos a visitar Oporto un domingo por la tarde, las calles estan a rebosar, y cuanto mas te acercas al rio, mas gente encuentras. Nuestro hotel esta en una calle paralela a la Rua de Santa Catarina, que es la arteria principal de la ciudad, y la mayor parte es peatonal.

Esta iglesia cuyo nombre no recuerdo, es un claro ejemplo de la fachada de muchísimos edificios o casas de Portugal, ahí lo embaldosan casi todo, al principio es algo chocante ya que hay una diversidad de colores y dibujos que impactan a la vista.
Seguimos la visita por esta céntrica calle y encontramos (cerrado), el café Majestic, sitio emblemático donde a principio del Siglo XX se reunían escritores, pensadores y gente de alto nivel. Esta misma calle nos conduce al río Duero, que es el que divide la parte mas antigua de la algo mas moderna de Oporto, en la parte nueva se encuentran las bodegas del famosisimo vino de Oporto (aunque personalmente a mi no me gusta, es un vino dulce).

El atardecer se va apoderando del lugar, y el paisaje del río serpenteante y las luces de la ciudad hacen una imagen de postal, la gente empieza a tomar posiciones en las terrazas o restaurantes, aquí también se cena pronto (la mayoría de locales cierran cocina a las 22:00). El sitio elegido hoy para cenar sera un chino, me encanta la comida asiática en general, y en la mayoría de sitios la carta es la misma, así que no hay sorpresas.

Sin darnos cuenta hemos caminado bastante, así que hasta llegar al hotel hay un buen rato, lo que se agradece porque vamos digiriendo la cena.
Lunes dia 11 nos queda una ultima visita por hacer aqui en Oporto, y es de pelicula, se llama libreria Lello, y es un local abierto al publico en donde se filmaron varias escenas de Harry Potter. Realmente creo que hacen mas negocio cobrando entradas para la foto de rigor, que vendiendo libros. El sitio es increible, tanto como libreria por la variedad y cantidad de ejemplares que tiene, como por sus estanterias y por su belleza en general.

Una vez concluida la visita a Oporto ponemos rumbo al siguiente destino, se llama Costa Nova, y nos explican los lugareños que tiene 45 kms seguidos de playa, y en algunas zonas incluso dunas. Aunque lo mas curioso son los edificios, todos tienen en comun que alicatan las fachadas, pero en esta zona es habitual hacerlo a rayas (tanto en horizontal como en vertical), lo cual deja una estampa cuando menos curiosa para los turistas.

Siguiente destino se llama Aveiro, y se la conoce como la "Venecia Portuguesa". Realmente poco parecido tiene con Venecia excepto por unos pocos canales artificiales aprovechando la desembocadura de una laguna. Al pasear por sus calles te das cuenta que algo a cambiado en relacion a lo visto hasta ahora en Portugal, esta mas limpio, tiene un turismo de masas, y los locales (especialmente los restaurantes) tienen un aire y una carta mas europea.

Ponemos direccion Coimbra, en donde ya hemos decidido que pasaremos la noche, la ciudad tiene un encanto especial, explicar que el casco antiguo esta construido en la ladera de una montaña, todo son callejuelas estrechas y empedradas, es un laberinto en donde es facil perderse, aunque tampoco entraña mucho misterio para volver... siempre hacia abajo. El rio Mondego separa la parte antigua de la mas moderna y se nota de lejos, para cruzar hay muchos puentes, aunque uno de los mas conocidos es el de Santa Clara. Al caer la noche aparecen terrazas, bares y restaurantes de los sitios mas insospechados, y le dan un aire muy Mediterraneo. Esa noche aprovechamos la variedad de estilos de cocina y apostamos por la italiana, pasta, pizza y una ensalada, acompañado por una botella de vino hicieron el resto.

Aquí dos fotos del mismo sitio con unas horas de diferencia, el casco antiguo de Coimbra y el río Mondego, una tomada a las 22.30 de la noche y la otra a las 10:00 del día siguiente. En total hoy hemos hecho 122 Kms, aunque con tantas paradas han parecido muchos mas.
Martes dia 12 antes de partir de Coimbra, mi mujer anoche vio un escaparate y como era de esperar se enamoro de una prenda expuesta, asi que antes de partir hacia el siguiente destino toca ir de compras...
Una vez resuelto este asunto, ponemos direccion Nazaré. Nos separan 125 Kms que pasan rapido. El sitio tiene un pasado historico increible, aunque lo que nos atrae de aqui son sus olas.
Si, habéis leído bien, sus olas... Ya cansados de ver iglesias, castillos y ríos, nos enteramos que aquí se forman las olas mas altas del Atlántico y aunque hoy no sopla viento decidimos acercarnos a ver... Nos envían hasta el Castillo de San Miguel, o mas conocido como Faro de Nazaré, que aparte de separar una playa en dos y abrigar una de las dos y dejar al descubierto a la otra, es un fantástico balcón en donde observar la inmensidad del mar Atlántico. En este punto se hacen campeonatos mundiales de surf que atraen a una infinidad tanto de deportistas como de curiosos. Incluso el mismo Faro de Nazaré alberga en su interior un museo del surf.

Aclarar que la primera foto es real, y esta tomada por nosotros el mismo día de la visita, la otra con la ola gigante la copiamos de unos cuadros expuestos en el museo.
Sobre las 13:00 salimos dirección Óbidos, apenas 40 kms que pasan volando ya que es por autopista, el gran atractivo de este pueblo es que en la antigüedad fue un gran castillo, el cual se conserva toda la muralla, aunque solo el exterior, en el interior se han edificado casas manteniendo la estética medieval, dentro hay souvenirs, bares, restaurantes, un gran hotel y casas particulares (muchas están bastante abandonadas), y lo que mas me sorprendió fue que habían convertido la iglesia en una librería enorme, en donde podías cambiar o comprar libros. El pueblo también ha crecido alrededor del castillo, aunque excepto el acueducto, poco mas hay que ver.

El pueblo vive enteramente del castillo, hasta ahí llegan todo el día infinidad de excursiones con gente de todas las edades para visitar el castillo. Nos tomamos la tarde con cierto relax ya que tenemos tiempo de sobra para visitar la zona, sobre las 19:00 nos sentamos a tomar algo en una terracita y ver la gente pasar, mientras aprovechamos para comentar el siguiente destino. Hora y media mas tarde cambiamos de sitio, con la intención de cenar, y recordamos que en una ladera del castillo en la parte exterior habíamos visto muchos sitios que tenían buena pinta, bares con pequeñas terracitas los cuales se estaba muy a gusto y no estaban tan masificados por el turismo como en el interior del castillo.
Miercoles dia 13 por delante tenemos 95 Kms hasta llegar a Sintra, ahí visitaremos el Palacio y los jardines Da Pena y el Castillo do Mouros (castillo de los moros).
Cuesta creer que este suntuoso castillo fuera, en su origen, un monasterio de frailes jerónimos (algo del todo lógico si tenemos en cuenta su aislamiento e inaccesibilidad). Cuando éstos se trasladaron a la zona de Belem, en Lisboa, el rey Fernando II compró las ruinas (pues la construcción original había quedado destruida tras un terremoto) y decidió construir un palacio en el lugar como obsequio para su esposa María II de Portugal. (este texto esta copiado de internet).

Al acabar la visita al Palacio vamos a visitar el Castillo do Mouros (esta a apenas 5 min caminando) y su construccion es muy anterior a la del palacio. Visto desde lejos parece la Gran Muralla China, su muro serpentea las montañas arriba y abajo y cada cierto numero de metros hay una torre.

La verdad es que con las horas que llevábamos de pie con las dos visitas, vestidos con ropa de moto y con un calor sofocante, ademas de un continuo subir y bajar escaleras especialmente en el castillo, ya empezaba a estar harto de las visitas de hoy, y por si fuera poco me había salido una ampolla gigante en un pie.
A las 16:00 por fin estábamos fuera y nos sentamos en un restaurante a comer lo que fuera, y eso fue lo que comimos, una fritanga congelada con patatas fritas también congeladas que nos supieron a gloria.
Después de comer poníamos rumbo hacia Lisboa, apenas 30 Kms por delante, ahí teníamos habitación alquilada en un Bed&breakfast. Decir que la circulación en Lisboa me pareció de locos, muchísimo trafico, ademas de los tranvías y que los peatones te cruzan por donde les parece y los coches van a su aire. Una vez instalados una ducha maravillosa y reponedora que quita todos los males y a callejear por las calles de la ciudad. El "hotel" estaba en pleno barrio de El Chiado, así que no hizo falta caminar demasiado para llegar a las calles mas concurridas.

Sin apenas darnos cuenta se empezaban a mezclar el día y la noche y la ciudad cogía otro carisma. A pesar de haber visto muchos ríos durante esos días, la desembocadura del Tajo, es increíblemente grande, mientras estábamos ahí paso un gran petrolero, y parecía apenas un barquito pequeño pasando bajo el puente llamado "25 de Abril".
A las orillas del rio hay un gran ambiente turistico, ya que abundan los bares/restaurantes, souvenirs y tiendecitas de todo tipo, ademas hay musicos callejeros que ambientan la zona.

Una agradable y romántica cena en una terraza de la calle del Comercio pusieron punto y final al día.
Jueves día 14 desayunamos tranquilamente y acordamos que ya que no podemos visitar mucho de Lisboa en unas horas, cogeremos el tranvía turístico y veremos lo mas representativo de la ciudad.
Buscamos el punto de salida y nos cae a diez minutos a pie de donde estamos, la parada principal esta en la Plaza del Comercio, a orillas del Tajo, se le llama así porque en la antigüedad llegaban los barcos cargados de objetos de lo mas variados y era en esta plaza en donde se vendían. Cogemos el tranvía rojo tal y como nos indican y empezamos nuestra ruta turística, a los veinte minutos de haber empezado y en plena cuesta en subida se oye un ruido sospechoso y se para repentinamente. El miedo en ese momento es que no se fuera cuesta abajo, después de que el maquinista haga diversas comprobaciones y armar un atasco monumental, nos hace bajar y nos explica que retrocedamos a pie hasta la parada anterior a unas calles, y que vendrá otro tranvía vacío a recogernos y seguir con la ruta.

Después de preguntar y dar mas vueltas que un reloj por fin encontramos la parada anterior, así que nos ponemos a esperar el susodicho tranvía rojo de sustitución, pero no llega... Al cabo de unos 40 min de espera por fin llega y nos explica que mientras estaba de camino, en un paso estrecho un conductor le ha abierto la puerta del coche y el tranvía le ha arrancado la puerta de golpe, así que aviso a la policía, y a llamar a otro tranvía porque a ese le había arrancado no se que pieza delantera.
Una vez concluida la ruta turística que debía ser de hora y media aprox. hemos estado algo mas del doble, unas tres horas y pico.

La verdad es que ya deseaba irme cuanto antes de Lisboa, cada vez me gustan menos las grandes ciudades y esta no era una excepción. Antes de irnos y puesto que era hora de comer encontramos un vegetariano y ahí disfrutamos como niños por un módico precio.
Ponemos rumbo al siguiente destino y no es otro que el Algarve, salimos de Lisboa por el puente del 25 de Abril y es una pasada, podría decirse que es como el de San Francisco pero en mas pequeño. Por delante tenemos 280 kms de autopista, aunque con las ganas de irme me saben a gloria.
A mitad de camino nos paramos a repostar y buscar hotel, y descubrimos que el "Algarve" es una zona turística extensisima y no un pueblo como yo creía, así que reducimos la búsqueda a alguna zona que este cerca de las grutas o cuevas que queremos visitar. El pueblo mas cercano se llama Albufera, pero el precio de las habitaciones nos parece desproporcionado, así que encontramos un pequeño hotelito en medio del campo, casi vacío y con piscina por un muy buen precio, y apenas a 5 Kms de la costa.
Una vez instalados bajamos al pueblo con la intención ademas de pasear y cenar, de saber que opciones hay para poder visitar la costa y mas concretamente la zona de las cuevas de Benagil, entre las muchas opciones hay una que nos atrae mas que las demás, hay muchas grandes barcas que hacen rutas de varias horas, en donde se paran para nadar y te obsequian con alguna que otra bebida, y otras mucho mas pequeñas que no hacen nada de lo anterior pero que debido a su tamaño pueden acceder a sitios que las grandes no llegan, y por supuesto nos decantamos por la segunda opción.
Una vez apalabrado esto para la mañana siguiente nos relajamos y el paseo marítimo es un hervidero de gente, souvenirs, terrazas, música y vendedores ambulantes aderezan una noche magnifica en la cual la luna alumbraba mas que las propias farolas.
Cena abundante en un asiático y como excepción puesto que no bebo cuando conduzco moto, una rica sangría de litro.

Viernes dia 15, nos despertamos sin prisa, tenemos hora de salida en barca a las 10:30, nos vestimos de calle y bajamos al pueblo en donde desayunamos y esperamos a que vengan el resto de pasajeros de la barca, en total eramos 8. El mar estaba en calma absoluta, y el sol empezaba a picar pero se podía soportar, nuestro patrón es un pescador de toda la vida, que se a cambiado al turismo por la mejor calidad de vida y los mejores salarios. Va algo loco en barca, pero me inspira confianza y empezamos la excursión.
La zona costera de Benagil es de una roca que se erosiona muy fácilmente y es cuando se forman estas maravillosas cuevas, muchas de ellas son enormes e incluso tienen playas en su interior.

La excursión dura hora y media, pero me pasa volando, cada cueva es mas grande, mas bonita y mas impresionante que la anterior.
Una vez terminada nos quedan pocas horas ya de estar en Portugal, realmente aquí y ahora es cuando el viaje empieza a llegar a su final, si que es cierto que nos faltan aun dos días y medio, pero tenemos aun muchos Kms de camino hasta llegar al puerto de Bcn.
Volvemos al hotel, nos cambiamos y ponemos rumbo a Sevilla, una vez pisamos la Península nos cambia la sonrisa de la cara, y lo primero que hacemos es buscar un sitio donde hagan arroz paella, un restaurante de carretera a la salida de Huelva es el elegido y tampoco nos defrauda.
Aprovechamos la comida para reservar hotel y encontramos un NH bien de precio y con parking a diez min del centro. Sobre las 17.00 llegamos a la capital andaluza y una hora mas tarde ya estábamos caminando dirección al centro, en pleno viernes la ciudad estaba radiante, tal y como dicen "Los del Rio" Sevilla tiene un color especial, y vaya si lo tiene!!, a mi me enamoro el ambiente, la calidez de la gente, el sitio, la comida, la bebida.... Paseo por el centro histórico El Real Alcázar, La Giralda, Triana, un rato por la orilla del Guadalquivir y muchos mas que habría ido de tener mas tiempo...

Lo malo de estos sitios siendo turista es que te ven venir, y la cena fue una clavada a la orilla del Guadalquivir que no se me olvidara jamas. Esperaba cenar un buen vino y pescadito frito, y eso fue lo que cenamos, pero un refrito congelado, escaso, malo y carisimo. Lo mejor de la velada fue que a nuestro lado en la cena conocimos a otra pareja motera que viajaba desde Lerida y se hacían toda Andalucía durante 10 días, así que la sobremesa fue animada y larga.

Todo lo que aparece en la foto fue la cena, y nos clavaron 61 euros.
Aprovechando que era viernes y el sitio estaba animado, nos quedamos un rato tomando una copa por la zona, y ese fue el día que mas tarde nos acostamos.
Sábado día 16 nos despertamos sin prisa y desayunamos en el hotel, acordamos que aunque Sevilla nos queda pendiente por visitar con mucho mas tiempo, antes de irnos al menos un paseo por la Cartuja si que vale la pena, y después poner rumbo hacia Alicante (que seria mas o menos mitad de camino hasta Barcelona).
Sobre las 13:00 ponemos dirección Alicante, por delante tenemos casi 600 Kms, que transcurren por campos de olivos al principio, zonas semi desérticas mas adelante, para acabar con verdes campos a medida que nos acercamos a la costa Mediterránea.
No hay mucho que contar, a los 100 Kms nos paramos a comer en un restaurante de carretera, se come bien, es bueno y barato.
Sin prisa y con bastantes pausas acabamos llegando a nuestro destino, un hotel de la cadena Ibis cerca del aeropuerto de Alicante. Decir que estos Kms se nos han hecho largos debido a que hemos hecho bastantes paradas, aunque tampoco no teníamos mucho mas que hacer hoy.

Domingo dia 17, mas de lo mismo..., hoy toca llegar al puerto de Barcelona para coger el barco que nos llevara a nuestra querida y hermosa Menorca, el gps nos marca 525 Kms. El barco zarpa a las 22:00, asi que tenemos todo el día para hacer esta distancia.
Dejamos el hotel sobre las 11:15 aprox sin ninguna parada prevista, salvo repostar, a mitad de camino pasamos por Castellon y decidimos que seria un buen sitio para comer, nos adentramos en la ciudad y nos apetece comida china/japonesa, y encontramos uno que ofrece menús a 3'50€ (incluso parecía una broma). La verdad es que no se como les salen las cuentas a estos sitios, no nos pudimos acabar la comida, y con dos menús, la bebida y los cafés, no llego a los 10€ para dos personas.

Después continuamos nuestros últimos Kms hasta Barcelona, en donde llegamos sobre las 18:00 mas o menos, sacamos tarjeta de embarque, dejamos la moto en la zona cerrada a punto para embarcar, y nos fuimos a estirar las piernas por la zona del Maremágnum, ahí picamos algo para quitar el gusanillo ya que la comida del barco deja bastante que desear.... Y aun nos esperaba una sorpresa...
Una vez en el barco teníamos un cutre camarote para descansar, pero sorpresa!!! estaban todos llenos y nos habían dejado sin, y para compensarnos nos ofrecieron una camarote suite sin ningún coste añadido. Parecía un camarote de un crucero, tenia tele, buen wifi, un baño amplio y cama de matrimonio, y como estaba bastante apartado no había apenas ruido del pasillo.

Ya con estas ultimas fotos agotábamos las ultimas horas del viaje, ahora solo faltaba esperar que el mar estuviera calmado y tuviéramos una buena travesía.
Llegamos en hora al puerto de Ciudadela, el mar estaba en calma y el viaje fue perfecto, realmente entre el cansancio, y el sueño acumulado apenas toque la cama caí rendido hasta que tocaron a la puerta para avisar que en media hora podíamos salir.
Aun nos quedaban los últimos 45 Kms hasta llegar al otro extremo de la isla, Mahon, pero esto ya fue un paseo...
Ahora a empezar a ahorrar, decidir y planificar el próximo viaje....

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